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Gallegos en la cima

Juan Calderón: "Lo realmente interesante en ciencia es abrir la caja de Pandora"

El físico silledense es el único gallego que ha participado en el descubrimiento de las ondas gravitacionales anunciado este año

Juan, en el Max Planck de Física Gravitacional de Hannover.

El acelerador de partículas del CERN y los estudios vinculados a la reciente detección de las ondas gravitacionales, un logro científico y tecnológico que el propio Einstein dudó que fuese posible algún día, asombrarán al mundo con sus descubrimientos en los próximos años. El físico Juan Calderón (Santiago, 1988) vive en primera fila este progreso del conocimiento: "Lo realmente interesante es abrir la caja de Pandora y encontrar cosas que ignoramos, que resultan incongruentes con alguna teoría o que no te esperabas. Así es cómo avanza la ciencia".

El investigador silledense fue el único gallego que participó en la primera detección de ondas gravitacionales y, tras el anuncio mundial del hallazgo el pasado febrero, ha concedido muchas entrevistas e impartido charlas divulgativas. "Cuando formas parte de un bombazo como éste no te cansas de hablar de ello y de comprobar cómo la gente se sorprende", reconoce.

Licenciado por Compostela y con un máster en Cambridge, Juan realizó su doctorado en Islas Baleares, en el único grupo español que participa en el proyecto internacional LIGO para la detección de ondas gravitacionales. El físico gallego continúa trabajando dentro de esta red, que agrupa a un millar de científicos de más de 30 países, desde su nuevo destino como investigador postdoctoral en el Centro de Astrofísica Relativista del Georgia Institute of Technology, en Atlanta (EE UU).

En junio, el experimento anunciaba la segunda detección de ondas gravitacionales producidas por la fusión de dos agujeros negros hace 1.400 millones de años. Y los científicos esperan confirmar varios eventos cada año: "Disponemos de un nuevo instrumento para observar el universo. Hasta ahora podíamos ver, pero éramos sordos a lo que pasaba. Ahora tenemos la capacidad de oír y se abre un mundo nuevo de información. A los dos detectores de EE UU se unirá a finales de año el observatorio europeo VIRGO, cerca de Pisa. Y también está previsto otro en Japón, el Kagra, y otro en India. Cuantos más oídos sumemos mayor capacidad tendremos para saber de dónde vienen las señales y medir las fuentes de emisión".

Las ondas gravitacionales son ondulaciones del espacio-tiempo generadas por acontecimientos de gran violencia como la fusión de dos agujeros negros o la explosión de una supernova. Einstein predijo su existencia en la Teoría de la Relatividad pero hasta ahora nunca habían sido detectadas de forma directa.

"La luz del sol que vemos fue emitida 8 minutos antes. Siembre que observas una estrella o una galaxia obtienes información del pasado. Lo interesante de las ondas gravitacionales es que el universo siempre ha sido transparente a ellas, incluso las emitidas en el propio Big Bang. Algo que no ocurre con la luz", explica sobre esta nueva era para la astronomía.

Juan trabaja con el sistema de detección, que funciona de forma parecida a la popular aplicación Shazam de los móviles para identificar canciones: "Comparamos lo que llega a los detectores con nuestra base de datos. ¿Pero qué pasa si registran una señal que no esperamos? Mis estudios buscan garantizar que ese análisis se realiza de forma correcta".

Para lograr este objetivo precisan tecnología capaz de medir distancias ínfimas -"Ni siquiera eres capaz de manejarlas en tu cabeza"- y que acaba teniendo un "impacto directo" en la sociedad.

Tras participar en varias conferencias en España y Grecia, el silledense se encuentra actualmente en Hannover, donde realiza una estancia en el Instituto Max Planck de Física Gravitacional. "Tienen un equipo de gente increíble, puedes discutir problemas con los mayores expertos del mundo", celebra.

En una semana regresará a EE UU, cuya apuesta económica por la investigación proporciona unas "condiciones laborales incomparables" frente a las españolas: "Volver a una universidad sería difícil, pienso más en una empresa privada. De momento, no es una prioridad pero cuando estás fuera echas de menos el estilo de vida".

Curiosamente, él se matriculó en Física por descarte. -"Se me pasaban las fechas y era la única en la que quedaban plazas"- y ahora su carrera es una de las más buscadas. "Está muy en auge debido a los descubrimientos del CERN y LIGO y porque los bancos y las empresas, entre ellas grandes como Google y Facebook, contratan físicos para análisis de datos. Junto con Matemáticas, son carreras que más allá de fórmulas te enseñan a atacar problemas, a ir a la fuente", subraya.

Incluso la ficción ha contribuido a poner de moda estos estudios: "La serie The Big Bang Theory se notó en el número de alumnos, aunque también coincidió con el cambio de planes". Los protagonistas de esta comedia son dos físicos tan brillantes como frikis de Caltech, universidad en la que Juan también realizó una estancia. "A veces, los estereotipos tienen un poco de razón, pero hay excepciones", bromea. Él mismo fue nadador y sigue siendo un gran aficionado al deporte, hábito que Sheldon y Leonard aborrecen.

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