El actual arzobispo de Madrid y titular de la diócesis de Ourense entre los años 1996 y 2002, Carlos Osoro Sierra, será nombrado cardenal el próximo 19 de noviembre. Francisco nombra príncipe de la Iglesia católica a este cántabro nacido en Castañeda en 1945 y con esta designación Osoro queda definitivamente ungido como el hombre del Papa en España y también como el principal candidato para suceder el próximo año a Ricardo Blázquez, actual arzobispo de Valladolid, como presidente de la Conferencia Episcopal Española.

Cuando Bergoglio colocó a Osoro al frente de la diócesis madrileña, desplazando al cardenal gallego Rouco Varela, con un perfil mucho más conservador, ya lo había bautizado como "El Peregrino". Cuando lo recibió en el Vaticano, aún Osoro en la diócesis valenciana, el Papa le comentó: "Tengo un nombre para usted, el peregrino, porque anda todo el día moviéndose de un lugar a otro de la diócesis de Valencia'". Fue Valencia una sede que ocupó entre 2009 y 2014 y donde Osoro trabó una especial relación personal con el entonces presidente autonómico Francisco Camps (PP) y fue un importante respaldo espiritual suyo durante los tiempos de tribulación del mandatario popular en el juicio "de los trajes", enmarcado en el escándalo de corrupción de "Gürtel". También fue titular de la diócesis asturiana entre los años 2002 y 2009, un periodo en el que las relaciones con Osoro de los responsables públicos también estuvieron marcadas más por la miel que por el vinagre.

El periodista Jesús Bastante, autor de la única biografía de Osoro, sustentada en un año de conversaciones con el Arzobispo de Madrid ha asegurado que su identificación con Bergoglio es total. "Es como el doble del Papa" y añade: "No se acomodó a la línea de Francisco, no es un arribista. Siempre fue así, un pastor con una descomunal carga de trabajo y una enorme cercanía a la gente".

Periféricos

Osoro formará parte de la nueva hornada de cardenales que el Papa nombrará en la clausura del Jubileo de la Misericordia. De España, ha elegido a Osoro, pero también a otros de Latinoamérica, Estados Unidos y también de países periféricos para atestiguar la "universalidad de la Iglesia". Además de Osoro, recibirá la púrpura el obispo de Brasilia, Sérgio da Rocha; el titular de la de la diócesis venezolana de Mérida, Baltazar Enrique Porras Cardozo, y el de la mexicana Tlalnepantla, Carlos Aguiar Retes. También recibirán esta distinción el arzobispo de Bruselas, Jozef De Kesel; los de las diócesis estadounidenses de Indianápolis y Chicago, Joseph William Tobin y Blase J. Cupich respectivamente, así como el prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida de Estados Unidos, Kevin Joseph Farrell. Pero, siguiendo su repetido precepto de acudir a las periferias geográficas y existenciales, Francisco también hará cardenales procedentes de países que hasta la fecha carecían de representación en el Colegio Cardenalicio. Son el arzobispo de Banqui, en República Centroafricana, Dieudonné Nzapalainga; el de la bangladesí Daka, Patrick D'Rozario; el de Port Louis, en Mauricio, Maurice Piat, y el de Port Moresby, en Papúa Nueva Guinea, John Ribat.

También investirá con la púrpura al nuncio apostólico (diplomático vaticano) en "la amada y atormentada" Siria, un país envuelto en una sangrienta guerra civil y donde los cristianos son frecuentemente perseguidos.

Por otro lado, los no electores son Anthony Soter Fernández, arzobispo de Kuala Lumpur (Malasia); Renato Corti, arzobispo emérito de la italiana Novara; el presbítero de la archidiócesis albanesa de Shkodrë-Pult, Ernest Simoni, y Sebastián Koto Koharai, obispo emérito de Mohale's Hoek, en el pequeño estado africano de Lesoto. De este modo, el Colegio Cardenalicio estará compuesto por 228 miembros, de los cuales 121 serán electores y 107 no electores.

En estos tres años y medio de ministerio, Francisco ha nombrado ya 55 purpurados, una cifra nada desdeñable si se compara con los 78 cardenales que designo su predecesor, Benedicto XVI, o los 94 que invistió de Juan Pablo II en sus veintisiete años de pontificado. El continente más representado entre los "príncipes de la Iglesia" continúa siendo Europa con 112 miembros, seguida de lejos por América del Norte (27), Sudamérica (27), África (24), Asia (24) y América Central (8), mientras que el más ausente es Oceanía (6). Los cardenales italianos, 46, continúan siendo mayoría, seguidos por los dieciocho estadounidenses, los doce españoles, los once brasileños, entre electores y miembros sin derecho a voto. En la actualidad forman parte del Colegio Cardenalicio doce cardenales españoles y, de ellos, ocho forman parte de la Conferencia Episcopal.