El próximo 25 de octubre Clara Peeters se convertirá en la primera mujer que protagoniza una exposición en el Museo del Prado. "El arte de Clara Peeters" es el título de la muestra que estará abierta hasta finales de febrero y con la que la pinacoteca nacional pretende arrojar un poco de luz sobre la figura de esta artista flamenca cuyo nacimiento se sitúa en Amberes en mayo de 1594, aunque no hay unanimidad sobre la fecha. El misterio y el enigma que envuelven la vida de esta mujer de familia acomodada comienzan ya, por tanto, en torno al día en que vino al mundo. Porque son pocos los datos de su vida y escasa la obra que se conserva. Especialista en bodegones, El Prado posee cuatro y en total en el mundo existen 40 que se le atribuyan a una pintora autodidacta que se autorretrató en algunas de sus creaciones.

Lo de que pertenecía a una familia de buena posición se traduce de los elementos que incluía en sus bodegones. Fue la primera en pintar peces. Las conchas es otro elemento característico de sus composiciones, junto a los animales, la cerámica, la cristalería y la cubertería. Todo lujoso y reflejado con sumo detalle. En el Amberes de principios del siglo XVI sólo la aristocracia y los comerciantes florecientes se podían permitir buena comida a la mesa. Esa es la que aparece en los cuadros de Peeters, que no sólo tuvo que hacer frente a la marginación de las mujeres en el mundo del arte, sino que fue coetánea del gran Rubens, cuya genialidad logró solapar a muchos otros maestros de su época.

El Prado enseñará 15 obras, gracias a su colaboración con el Museo Real de Bellas Artes de Amberes (Bélgica). La exposición se acompañará de una conferencia sobre su obra (el día 26, a las 18.30 horas, en el museo) y un taller para niños, de elaboración de las galletas de sus bodegones. Cuatro siglos después de haber fechado su primera pintura (en 1607) Clara Peeters romperá un techo de cristal en la pinacota madrileña al protagonizar una exposición, algo que hasta ahora sólo ha estado reservado a los pinceles masculinos. No obstante, la pintora flamenca ya tenía hueco en El Prado. Ella y Sofonisba Anguisssola (siglo XVI) son las únicas mujeres con cuadros expuestos permanentemente. La mayoría de la producción femenina que consta en los fondos del museo madrileño están en depósito, sin enseñar el público.

Hasta el 25 de octubre hay otras muestras interesantes que se pueden disfrutar en El Prado. Una acaba de abrirse: la colección de Inmaculadas donadas por el empresario Plácido Arango, entre las que figuran las firmas de Zurbarán, Mateo Cerezo o Juan Valdés Leal. Está abierta hasta febrero. La otra es la dedicada al pintor e ilustrador Valenciano Enrique Simonet en con motivo de los 150 años de su nacimiento.

El otoño artístico en Madrid viene, además, con unas cuantas exposiciones destacables, como la que está a punto de inaugurar el Museo Thyssen, el próximo día 18, dedicada a Renoir, que reúne más de 70 obras. La pinacoteca volverá de nuevo, en noviembre, a hacer otro guiño al mundo de la moda, al igual que hizo tiempo atrás con las fotografías de "Vogue" y las creaciones de Givenchy, con una dedicada a la casa de joyería Bulgari. Y no hay que perder la vista de la sala Mapfre, que en su sede de Recoletos abre al público el día 22 una gran colección sobre el fauvismo.