Los británicos David Thouless, Duncan Haldane y Michael Kosterlitz fueron galardonados ayer con el premio Nobel de Física 2016 por descubrimientos sobre estados poco usuales de la materia que abren la vía a desarrollar materiales innovadores, según anunció la Real Academia de las Ciencias Sueca.

El premio dotado con 8 millones de coronas suecas (832.000 euros) será repartido en dos partes, la mitad para Thoules y la otra mitad para Haldane y Kosterlitz, los tres investigadores en estos momentos en los Estados Unidos.

Los tres físicos teóricos recurrieron a sofisticadas herramientas para explicar "fenómenos inusuales en fases o estados inusuales de la materia" en superconductores, superfluidos o delgadas capas magnéticas, como explicó uno de los miembros del comité en una curiosa ejemplificación con un donut, un bagel y un pan pretzel.

Thouless (Bearsden, Escocia, 1934) es profesor emérito de la Universidad de Washington, donde ha trabajado desde 1980. Se licenció en la Universidad de Cambridge y se doctoró en Cornell (EEUU). Fue también profesor en la Universidad de Birmingham, donde colaboró con Michael Kosterlitz, también premiado ayer con el Nobel. Ha recibido numerosas distinciones, entre ellos el premio Wolf de Física, considerado el más importante en esta disciplina tras el Nobel.

La otra mitad del premio concedido se la repartirán Kosterlitz (Aberdeen, Escocia) y Duncan Haldane, investigador nacido (Londres, 1951) y en la actualidad profesor de Física de la cátedra Eugene Higgins de la Universidad de Princeton.

Haldane se licenció también en Cambridge y en esa misma universidad obtuvo su doctorado en Físicas; es miembro de la Academia Americana de las Artes y de las Ciencias y de la Royal Society de Londres. Su compañero en el nobel, Kosterlitz, trabaja como profesor de Físicas en la Universidad de Brown (EEUU) desde 1982. Se licenció en la Universidad de Cambridge y se doctoró en Oxford en física de las partículas.

En los años setenta, Kosterlitz y Thouless lograron dejar atrás la teoría anterior a sus investigaciones según la cual la superconductividad no se daba en capas delgadas y mostraron que está si podía darse con bajas temperaturas. Además, explicaron el mecanismo y la fase de transición en la que la superconductividad desaparece a temperaturas más altas.

En los ochenta, Thouless logró explicar los resultados de un experimento previo con capas muy delgadas conductoras de electricidad. Los tres premiados recurrieron a la topología, una rama de la matemática que sirve para describir cambios de propiedades paso a paso.

El físico del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid, Pablo San José, explica que el trabajo de los premiados "abre la puerta a un nuevo tipo de tecnología que explote las propiedades cuánticas de las materias que hasta ahora están poco explotadas" y a la computación cuántica para construir una nueva máquina buscada por empresas como Google o Microsoft. San José señala que con los avances "se abre la puerta a una electrónica gobernada por técnicas de la tecnología cuántica".

"Si el láser supuso una revolución en óptica, los materiales topológicos podrían suponer una revolución en electrónica". Según enfatiza, entre los diferentes sólidos, hay un nuevo tipo de material sólido que tiene nuevas propiedades muy curiosas que se derivan de las propiedades cuánticas de sus electrones.