Para que los ojos funcionen correctamente necesitan cierto nivel de humedad, la lágrima tiene que cubrir la superficie corneal para evitar su deterioro. La córnea es la lente del ojo, por donde entra la luz, y es el único tejido transparente que hay en el cuerpo humano. "Esa transparencia es un milagro de la biología y es la que permite que tengamos el sentido de la vista. Si se seca deja de ser transparente y no permite la visión. Para eso existe la función del parpadeo, cada vez que parpadeamos logramos que la lágrima que viene de nuestros párpados humedezca la córnea", explica el presidente del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia.

Lo habitual es parpadear una media de 16 veces por minuto, pero cuando nos quedamos mirando fijamente a una pantalla esos parpadeos se reducen a la mitad, provocando la sequedad de los ojos. "No nos vamos a quedar ciegos", avisa Eduardo Eiroa, "pero nuestros ojos están trabajando en peores condiciones". El picor de ojos se manifiesta para avisarnos de que el ojo necesita humedad. Este es uno de los motivos por los que fijar la vista en una pantalla durante mucho tiempo seguido provoca lo que se denomina fatiga visual.