Un año más, y ya van 33, la marcha solidaria organizada por Aspanaex reunió a algo más de 2.000 vigueses en el parque de Castrelos para recorrer los nueve kilómetros que estaban fijados en la hoja de ruta. El objetivo era el de recaudar fondos para que se hagan efectivos los derechos de las personas con discapacidad intelectual y poder mantener y crear nuevos servicios en la asociación. No se trataba de una competición, "ya que todos los presentes aquí son los ganadores de esta marcha", señalaba José Manuel Carballo, presidente del centro, antes de tomar la salida.

En esta ocasión, y a diferencia de las ediciones anteriores, los participantes debían adquirir su dorsal por un precio simbólico de entre tres y cinco euros, lo que permitía a la asociación una cómoda organización del evento. La respuesta del público "fue maravillosa", señaló su presidente, pues más de 1.000 personas decidieron acudir a la cita con su número acreditativo. "Hay que aplaudir la solidaridad de los ciudadanos de Vigo y sus alrededores", elogiaba Carballo.

Los asistentes estaban citados minutos antes de las 10.00 horas para recoger los últimos dorsales, ya que muchos lo hicieron a lo largo de las últimas semanas. Con el número en el pecho de cada persona entró en escena Lucía, una monitora de fitness que, ayudada por la música, provocó que los integrantes de la marcha activasen todos sus músculos con un exigente calentamiento, algo que sin duda agradecieron los allí presentes por la fresca temperatura que había en el momento de comenzar a caminar.

Pregón solidario

Ya con el cuerpo caliente le tocó el turno a la escritora viguesa Isabel Blanco, encargada de la lectura del pregón en esta edición. Tras unas emotivas palabras, la autora dio el pistoletazo de salida a una marcha que llegó a la Puerta del Sol pasando por Plaza América, Camelias, Venezuela, Gran Vía y Urzáiz para regresar al punto de partida por Elduayen, Pi y Margall, Plaza América de nuevo y Avenida de Castrelos, el mismo recorrido que en otras ocasiones.

La festiva jornada, en la que colaboraron: Concello de Vigo, Policía Local, Cruz Roja y Protección Civil, además de diversas empresas de la ciudad, transcurrió con total normalidad y no hubo que destacar ninguna incidencia durante la misma. El buen ambiente fue el denominador común de la caminata, que sacó más de una sonrisa a la totalidad de los participantes.

Desde Aspanaex quisieron mostrar su total agradecimiento a todas las autoridades que colaboraron e hicieron posible esta trigésimo tercera marcha solidaria, en especial a los servicios de la Policía Local, que acompañaron en todo momento a los dos millares de participantes y les ofrecieron todas las facilidades para que pudieran completar el recorrido.

Ya de regreso en Castrelos se produjo el sorteo de diferentes regalos entre los asistentes, lo que puso el punto y final a una jornada que ya tiene apuntado en rojo la edición del próximo año, que volverá a convocarse para el primer domingo del mes de octubre en una cita que aúna deporte y solidaridad, una mezcla imparable.