Abrahim Hassan tiene cinco meses y porta el ADN de tres padres. Ayer la revista New Scientis desvelaba este nacimiento, que ha implicado a dos madres y un padre y que le ha protegido de padecer una grave enfermedad hereditaria que porta la madre. Es el segundo caso de un bebé con estas características, el primero que se logra sin destruir ningún embrión.

La técnica consiste en emplear el espermatozoide del padre, el núcleo del óvulo de la madre y el óvulo vació de núcleo de una segunda donante. Como explica María Graña, del centro gallego de reproducción asistida Zygos, "lo que han hecho es transplantar el núcleo de la madre a un óvulo al cual le habían extraído el núcleo previamente y después lo han fecundado con el espermatozoide del padre". De esta manera, la donante solo aporta una pequeña cantidad de ADN, ya que es en el núcleo donde reside el 99% del material genético. Cuando se combina con el del padre, el resultado es que la donante solo ha aportado el 0,18% del ADN del bebé.

La ventaja de esta técnica es que permite a progenitores con mutaciones genéticas raras concebir hijos sanos. Los expertos en embriología explican en la publicación que la madre del bebé, Ibtisam Shaban, portaba genes del síndrome de Leigh, un desorden mortal que afecta al sistema nervioso en desarrollo. Los genes de esa enfermedad se encuentran en el ADN de las mitocondrias que están dentro del óvulo pero fuera del núcleo. Este material proporciona la energía a las células y transporta 37 genes que se transmiten de madres a hijos. Alrededor de un cuarto del ADN mitocondrial que tenía Shaban portaba la mutación que ocasiona la enfermedad de Leigh.

Aunque la madre de este bebé es una persona sana, el síndrome ocasionó la muerte de sus dos primeros hijos y le provocó varios abortos, por lo que junto con su esposo, Mahmoud Hassan, solicitó la ayuda del especialista en fertilidad John Zhang y su equipo en el Centro de Fertilización New Hope, en Nueva York.

Existen varias maneras de llevar a cabo este método que combina tres donantes. De hecho hay otro caso en Estados Unidos, llevado a cabo antes de que la práctica se prohibiera, de una niña que hoy tiene 16 años. En esta ocasión se fecundaron dos óvulos, el de la madre y el de la donante. Después se desechó el núcleo de la donante para instalar el de la madre. Pero en el caso de Shaban y Hassan, ambos musulmanes, Zhang no podía destruir ningún embrión, por lo que primero cambió los núcleo y después fertilizó solo un óvulo. De ahí se crearon cinco embriones, de los cuales tan solo uno se desarrolló con normalidad y de él nació Ibrahim.

El bebé solo porta un 1% de carga de la enfermedad, en principio un porcentaje demasiado bajo como para que llegue a desarrollarla. Tampoco ha dado muestras de otros problemas médicos. Graña apunta que tener tres padres no debería traer consecuencias al bebé, pero también señala que se trata del primer caso y que "habrá que esperar a que crezca y a ver como evoluciona para poder saberlo".

El motivo de que el tratamiento se haya realizado en México es que en este país no existen leyes al respecto de este tipo de intervenciones. Reino Unido es el único país del mundo que ha aprobado esta técnica -lo hizo el año pasado- con la esperanza de ayudar a 2.500 mujeres que sufren alguna mutación genética hereditaria en el país.

El equipo estadounidense hablará el próximo mes de sus hallazgos en un congreso científico sobre medicina reproductiva en su país para intentar promover su aceptación. En España esta técnica también está prohibida. El genetista vigués David Posada señala que lo más importante de esta noticia es que puede marcar el camino a recorrer porque se han superado las limitaciones éticas. "La técnica no es tan revolucionaria, el hecho de que se haya llevado a cabo sí". En consonancia con el equipo médico estadounidense, espera que casos como este ayuden a impulsar estas técnicas que defiende como las propias de "una sociedad avanzada" frente a las críticas que suscita entre algunos detractores. "La ciencia debe estar al servicio de las personas y este es un ejemplo, la historia demuestra que a pesar de que se intente frenar, siempre avanza", valora.

Haz click para ampliar el gráfico