Usar tu trauma como fuente de inspiración para combatir al crimen. Infundir a tu enemigo tus mismos miedos. Convertir la noche en tu tarjeta de presentación? A primera vista, parece la mente de un maniaco o de alguien que necesite con urgencia un psiquiatra. Sin embargo, si les digo que estamos describiendo al mismísimo Batman, la cosa cambia. El hombre murciélago acaba de estar de aniversario. El pasado 17 de septiembre se celebró el día de Batman. ¿Por qué esa fecha? Simplemente porque en 2014 la editorial DC, a la que pertenece este personaje, la eligió para conmemorar su 75.º aniversario (lo cierto es que podían haber buscado un motivo con más significado). Hablamos del superhéroe sin poderes más poderoso del universo del cómic. Un multimillonario playboy capaz de derrotar a semidioses como Superman. Conocido como "el mejor detective del mundo", el alter ego de Bruce Wayne (o Bruno Díaz, como se le conoce en algunos rincones de Latinoamérica) siempre tiene un as guardado en la manga para sorprender a su enemigo e inclinar la balanza de su lado cuando la cosa se complica. Dentro de su larga historia de publicaciones, iniciada en 1939 por Bob Kane y el tristemente siempre olvidado Bill Finger, hay que destacar dos obras principales que indagan en la psicología de sus personajes y en la oscuridad de sus actos: "La broma asesina" y "Batman: año uno", publicadas en los 80 por dos leyendas del cómic como Alan Moore y Frank Miller, respectivamente. Dos joyas para añadir a cualquier colección. Poco tienen que ver con la imagen colorida y bailarina del Batman seriéfilo encarnado por Adam West en los 60. Si ha habido alguien que haya sabido adaptar de verdad la esencia de este personaje a la pantalla ha sido la trilogía de Christopher Nolan, con Christian Bale como el Caballero Oscuro enfrentándose a terroristas carentes de cualquier tipo de poder salvo su propia demencia. Mención aparte para las películas de Tim Burton, inspiradas en la obra de Alan Moore y con el toque personal del director. Es posible que si piensan en Batman, se les venga a la cabeza la melodía compuesta por Danny Elfman para el film de Burton.

Y hablando de bandas sonoras de película, el reconocido pianista Lang Lang, que arrancó una ovación en Oviedo el pasado marzo, acaba de publicar "New York Rhapsody", su homenaje musical a la ciudad que nunca duerme. Dentro de su repertorio figura la banda sonora del Spiderman de Sam Raimi (la música es sin duda lo mejor de ese quiero y no puedo cinematográfico) que compuso precisamente Danny Elfman. El pianista versiona esta melodía junto a la violinista Lindsey Stirling. Esta joven ha alcanzado la fama mundial gracias a los vídeos que ha publicado en YouTube interpretando inolvidables melodías de cine como "El señor de los anillos" o de videojuegos como "Zelda" o "Skyrim". Siempre cuidando el más mínimo detalle en la presentación para hacer las delicias de sus fans. Imprescindible. Esperemos que pronto se anime y versione a Batman.