El conocido actor Luis Iglesia mostrará este sábado en Vigo sus dotes de monologuista en un nuevo espectáculo de "Noites de retranca". En esta ocasión, Iglesia tendrá como compañero de tablas a Touriñán, una de las mitades del popular dúo "Mucha e Nucha". La cita será en el Auditorio Mar de Vigo a las 21.00 horas. Además, el 8 de octubre repetirán la hazaña en el Pazo da Cultura de Pontevedra.
- Estamos más acostumbrados a verle en series, ¿cómo empezó su trayectoria en este mundo de los monólogos?
-Me inicié hace cuatro años con una compañía de A Estrada, con mi compañero Xabier Deive, de "Matalobos", pero una forma especial, porque somos actores haciendo monólogos, que no es lo mismo que ser monologuistas. En aquel formato aparecíamos los dos a la vez en el escenario e incorporábamos música que tocábamos nosotros mismos. Cuando me llamaron los de "Noites de retranca" para esta séptima edición acepté encantado porque son la primera división de monologuistas en Galicia.
-¿Cómo plantea su intervención?
-La forma de hacer monólogos de los gallegos es diferente a la de otros lugares; nosotros somos más de contar historias. Es mi caso es también así; soy muy cunqueiriano y me gusta siempre poner a tono al público con mi guitarra. Se me da bien componer temas para comedia.
-¿Y qué tipo de humor le gusta crear?
-Sobre todo huyo de lo chabacano, de lo ordinario y del humor fácil. A veces se asocia el humor gallego al pailanismo y eso no me gusta. No es que mi humor sea un tipo de humor inteligente, es que yo creo que el humor es inteligente de por sí.
-¿Le atraen las historias cotidianas y personales o prefiere la ficción?
-No, me gustan más las fantásticas. En este caso, a grandes rasgos, planteo que tengo una personalidad múltiple y cuento una historia sobre la locura, siendo la mayor locura que se me ocurre la Cidade da Cultura. Una de las funciones de los monologuistas es caricaturizar la realidad.
-Al ver a los monologuistas hablando de forma tan natural, a veces el público tiene la sensación de que es muy sencillo, que es casi todo improvisación. ¿Cómo prepara usted sus textos?
-Es bastante más complicado de lo que parece y se va aprendiendo con la experiencia. Realmente para lograr un buen monólogo hay que respetar una forma matemática en la que hay tiempos, silencios, momentos de tensión... y hay que tener muy presente el momento en que hacemos cada broma. Uno de mis maestros es Gila, que fue un precursor de este arte. Hay que echarle muchas horas y, después, probar ante el público porque a veces lo que crees que va a funcionar no es así y viceversa.
-¿En qué otros proyectos anda metido?
-Acabamos de rodar la quinta temporada de "Pazo de familia" y en octubre comenzamos los ensayos de la obra "O tolleito de Inishmaan", que dirige Cándido Pazó y cuenta con ocho actores, algo sorprendente en los tiempos que corren.
