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Imágenes estivales

Mi verano en un instante

Nueve populares gallegos nos cuentan el mejor momento de sus vacaciones, algunos en Galicia y otros lejos de su tierra, pero todos inolvidables

Marta Larralde recorre el pantano del Atazar, en Madrid, con un kayak.

El verano da sus últimos coletazos y, ahora que para muchos parece que esos días de descanso quedan tan lejos, es el momento de volver a mirar las fotos, incluso de sacarlas en papel, para tener más presente los recuerdos de esos días tan esperados. Pedimos a nueve actores, cocineros, escritores, diseñadores y músicos gallegos que compartieran una imagen que resumiera su verano. Todos ellos han trabajado durante estos meses pero confiesan que de una forma muy diferente. Y también han tenido tiempo para disfrutar junto a su familia y sus amigos de momentos muy especiales.

Muchos se han quedado en lo que llaman su "verdadero paraíso", Galicia, disfrutando del mejor tiempo que recuerdan en estas tierras, y otros han aprovechado para conocer otros lugares y otras gentes.

El momento más intenso del verano de la escritora viguesa Ledicia Costas fue durante su viaje a Río de Janeiro, poco antes de las Olimpiadas, donde acudió al 18 Salón do Livro Infantil para Crianças e Jovens y aprovechó para hacer turismo. "Foi unha experiencia marabillosa. Tiven a oportunidade de falar en galego dos meus libros con rapazada do Brasil. Un auténtico luxo! Ademais, houbo tempo tamén para visitar a cidade, que é realmente exuberante", relata. El resto del verano, la escritora lo pasó en Vigo, escribiendo mucho. "Saqueille partido a estas semanas de tranquilidade despois deste ano, que foi realmente intenso", concluye la autora, que recibió recientemente el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil y el premio Lazarillo de Creación Literaria.

Los conciertos sirvieron de excusa para conocer y revisitar distintas ciudades europeas y disfrutar de grandes momentos al prestigioso guitarrista británico, afincado en Vigo, David Russell, junto a su mujer, María Jesús. "Pasé la mayor parte de este periodo dando conciertos en distintos países de Europa. Por suerte, también tuve algún tiempo para disfrutar de Vigo y del tiempo maravilloso que hizo estos meses", comenta. El pistoletazo de salida de su verano fue trabajando en Inglaterra, que culminó con unos días de ocio con su mujer haciendo el camino del Támesis, una ruta de senderismo de casi 300 kilómetros desde el nacimiento del río, pasando por Oxford y llegando hasta la desembocadura después de Londres. "Un trayecto fascinante, que combina las vistas urbanas con espacios calmados y plácidos", describe.

Pero el momento más especial del verano, confiesa el músico, fue a mediados de agosto, "cuando toqué en el pueblo de Menorca donde crecí, Es Migjorn. Este año le hicieron un homenaje a mi padre, recientemente fallecido, que era muy querido en el pueblo. Por esta razón, toqué en la inauguración de la muestra de arte que organizan desde hace diez años, en la plaza de la iglesia. Fue muy emocionante, tanto para mí como para todos los vecinos que conocían a mi padre", comenta.

Sin salir de Madrid se quedó este verano el cineasta vigués Juan Pinzás, ya que estaba centrado en la posproducción de su nuevo trabajo, "El vientre de Europa", rodado en Berlín y Madrid. "He tenido un verano bastante sosegado. Siempre he mantenido que yo no puedo separar mi vida personal de la profesional o artística, ni el trabajo de las vacaciones, porque para mí el cine y la vida son un todo y van paralelos", asegura, aunque aún así "he disfrutado mucho del periodo estival". "La etapa de montaje de una película es apasionante para mí y en esta ocasión todavía más si cabe, puesto que es mi proyecto más personal hasta la fecha, en el que abordo, dentro de una temática singular, la figura de la madre, de nuestras madres", describe. "Este film lo rodé siguiendo un estricto decálogo que he pergeñado para obligarme a hacer un cine útil que invite a la reflexión del espectador. Y este verano, mientras montaba la película, era yo quien después reflexionaba y me emocionaba en el jardín de mi casa junto a un manzano que simbólicamente representa en algunas secuencias del film a la madre del protagonista masculino que yo mismo interpreto", adelanta.

De la sala de montaje, Pinzás salió, entre otras cosas, para celebrar un par de cenas con amigos del mundo de la cultura "que se prolongaron hasta casi el amanecer". "En una de dichas cenas a base de marisco y pescado, regadas por un buen albariño, todo muy gallego, predicamos sobre cine, teatro, música, literatura, pintura, etc. Uno de los actores, tal vez por los efectos del albariño, comenzó a llorar de emoción recordando sus tiempos de estudiante en la Universidad de Santiago de Compostela. Esto animó a otros a desahogarse igualmente y confesar sus secretos más inconfesables. Todo resultó muy tierno y emotivo. Otro amigo escritor recordó entonces que estábamos viviendo una situación muy similar a la de mis personajes en la película "Érase otra vez" e hizo una propuesta, más bien fue una orden, casi idéntica a la del protagonista de dicho film: 'Todos a la piscina y en pelotas, como en la película de Juan'. Dicho y hecho", una escena que Pinzás recordará siempre con una sonrisa.

También en Madrid -tan solo con un par de fines de semana para hacer una escapadita a su Vigo natal- pasó su verano la actriz Marta Larralde para continuar con el rodaje de la serie "Seis Hermanas", que protagoniza. "Pero en Madrid, aunque no hay playa, también he descubierto muchos sitios para disfrutar de los deportes acuáticos, que me encantan", cuenta la actriz. Así, los fines de semana que la joven estuvo en Madrid esquivó el calor haciendo windsurf y kayak, entre otros, en distintos lagos y en los pantanos de San Juan y San Rafael. Y, como premio final, "me fui una semanita a Cabo de Gata, que fueron mis verdaderas vacaciones", finaliza.

Inolvidable sin duda será el verano de 2016 para el diseñador Cristóbal Vidal, ya que el 25 de julio se casó en el Balneario de Mondariz con su pareja desde hace muchos años, Juan González. "Entre los preparativos y el tiempo que se quedaron tras la boda algunos invitados y que estuvimos todo el verano los dos con bastante trabajo, no tuvimos un momento de descanso", asegura Vidal. "La ceremonia fue preciosa, me quedan recuerdos maravillosos como el momento de las lecturas, mis nervios terribles al llegar y la tranquilidad en cuanto vi a Juan", dice. El viaje de novios, a Italia, lo han tenido que dejar para noviembre.

Pero no fue su boda la única de este verano, la pareja también vivió un día muy especial como invitada a una boda estilo hindú de unos amigos, Bibiana y Jonie. "Fue en el jardín de su casa en A Cañiza y todo, decoración, menú y los atuendos de novios e invitados eran de estilo hindú. Juan y yo utilizamos las prendas de mi colección de caballero para presentarnos como dos viajeros indios recién llegados a Occidente, y nos cayó el ramo de la novia, mientras un grupo realizaba la danza del vientre", recuerda sonriente.

El "verdadero paraíso de Galicia" lo ha encontrado la actriz Nerea Barros en Nemiña, un deslumbrante arenal en Muxía, en la Costa da Morte, que descubrió este verano por primera vez de la mano de un grupo de amigos con los que comparte la pasión por el surf. "Cuando voy a Santiago me lío a visitar a amigos y a familiares y, aunque está muy bien, no es un verdadero descanso. Este verano tenía muchas ganas de aislarme del mundo y me acordé de mi amigo Rubén Prieto, que es actor y surfista y siempre había tenido la gran ilusión de crear un surfcamp. Le llamé y me animó a visitarlo en Nemiña; lo que iba a ser una escapada de diez días se convirtieron en cinco semanas", cuenta la simpática actriz.

Nerea empezó las vacaciones con su novio, Juan Ibáñez, copresentador del programa "El Hormiguero", que luego se marchó a trabajar, pero Nerea siguió en la playa, aunque sin dejar de lado su trabajo. "Me traje guiones para leer, estuve preparando algún personaje y hasta hice un cásting para un director italiano que grabamos en la Casa de la Cultura de Cee", cuenta. Una prueba que, a pesar de los medios tan improvisados con los que contaban para rodarlo, fue todo un éxito. "La experiencia en Nemiña fue fantástica; ni Hawai, ni Bali, éste es el verdadero paraíso del surf. Nunca había llorado de felicidad en el agua, viendo vacas y ovejas y respirando tanta tranquilidad", asegura la joven.

Y la despedida de tan fantásticas vacaciones no pudo ser mejor. "La gente con la que estuvimos, que fueron todos como una gran familia, me hicieron una fiesta sorpresa, una cena con churrasco y percebes en la que me regalaron la tabla de surf con la que había estado practicando, además de unos escarpines y unos guantes para surfear... y lloré tanto como con el Goya", confiesa.

El único recuerdo triste que guarda Nerea Barros de estos días fue el de los incendios que destrozaron los montes gallegos. "Es un asesinato, no puedo comprender cómo se puede hacer un daño tan terrible a una tierra tan hermosa", concluye.

Para el cocinero Pepe Solla, como para el resto de los de su sector, el verano es el momento estrella. "Tuvimos una ocupación plena en el restaurante durante estos dos meses, además de muchas bodas y otras comidas... Para mí es imposible coger vacaciones en verano, pero no me quejo en absoluto. Además, siempre hay momentos para disfrutar", dice.

Los pocos días que el chef estrella Michelín descansó, los dedicó a sus hijos, de 9, 11 y 20 años. "Aprovechamos sobre todo para ir a la playa, aprovechando el fantástico tiempo que hizo, para meterles a los pequeños en el cuerpo la pasión por el surf", cuenta.

La música es otra de las pasiones del chef y tuvo la ocasión de coger la guitarra durante el Festival Portamérica, en Nigrán, donde se encargó de la parte gastronómica pero tuvo tiempo para subirse al escenario junto a amigos como Nicolás Pastoriza y Eladio y de ver algún que otro concierto.

Otro momento del verano que fue para Solla especial fue cuando hizo de pregonero en las fiestas de su pueblo, Poio. "Sentir que tu gente te aprecia es una gozada", admite. Y cuando el tiempo libre es tan escaso, uno aprende a disfrutar de pequeños momentos "como la caña que me tomé yo solo en una terraza en Santiago; diez minutos que me supieron a gloria", apunta.

El verano de la actriz y cantante Teté Delgado transcurrió entre las bodas civiles que ofició por toda Galicia y el tiempo de descanso en su adorada Malpica. "Allí el agua está más caliente que en las Rías Baixas, a 20º casi siempre, es una gozada bañarte y me sana de todos los demonios del invierno", asegura. Allí, la actriz estuvo acompañada de su novio y también acudieron sus padres, que viven en Porriño.

Uno de los días más emocionante para la actriz fue la celebración de la VII Travesía a nado de las Sisargas-Malpica, en la que participó y se clasificó su padre, Juanjo Delgado, con 79 años. "Era algo que siempre quiso conseguir y fue muy emocionante", afirma Teté. El 17 de octubre regresa a Madrid para el estreno de una nueva obra de teatro, "El intercambio", con Gabino Diego.

También por toda Galicia se movió el músico Roi Casal con la gira de su nuevo espectáculo, "Son galego, son cubano". "Para los músicos el verano es temporada fuerte, aunque a mí tocar me cuesta mucho considerarlo realmente un trabajo", confiesa. "Este verano ha sido muy especial porque siento que he cumplido con mi compromiso con Neira Vilas de llevar su música por toda Galicia; con una banda repleta de músicos cubanos recorrimos muchas localidades aunque uno de los conciertos más especiales fue el que dimos en Santiago en la Praza da Quintana", relata.

Los días libres que tuvo, el músico se dedicó a navegar por la Ría de Arousa junto a su mujer y sus hijos, de 2 y 6 años. "Fuimos por la Ría de Arousa, Cíes, Ons, Sálvora, A Lanzada... una maravilla", cuenta. Y hoy mismo parten hacia París para llevar a sus pequeños a Eurodisney, la segunda parte de sus merecidas vacaciones.

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