En las profundidades del espacio, a unos 1,5 millones de kilómetros de la Tierra y camuflado entre un sinfín de cuerpos celestes, se localiza el satélite "Gaia", una de las joyas de la Agencia Espacial Europea (ESA), que tiene como objetivo censar los miles de millones de estrellas, y un número impensable de asteroides, enanas marrones, agujeros negros, exoplanetas, quásares y otros objetos del firmamento de la Vía Láctea, para crear un atlas tridimensional (3D) de la galaxia con un nivel de detalle sin precedentes.

La comunidad científica gallega, y especialmente las universidades de Vigo (UVigo) y de A Coruña (UDC), con la astrofísica Ana Ulla a la cabeza y los investigadores del Laboratorio Interdisciplinar de Inteligencia Artificial (LIA2) coruñés Minia Manteiga, Carlos Dafonte, Daniel Garabato y Marco Antonio Álvarez; participa activamente, desde sus inicios, en el proyecto, desarrollando los algoritmos que permiten a "Gaia" clasificar los cuerpos celestes de nuestra galaxia, tal y como explicó ayer Minia Manteiga, durante la presentación, en A Coruña, del primer archivo de datos, con más de mil millones de estrellas analizadas por el satélite de la ESA. La mayor muestra de objetos celestes hasta la fecha.

Con la finalidad de elaborar el mapa tridimensional más detallado de la Vía Láctea, "Gaia" "ha determinado el brillo y la posición exacta en el firmamento de un total de 1.140 millones de estrellas", apuntó la astrofísica de la universidad coruñesa, quien señaló que, como preludio del catálogo más extenso que se elaborará en el futuro, el extracto publicado ayer también "presenta las distancias y los movimientos de más de dos millones de estrellas".

"Al cartografiar el cielo con una precisión nunca antes alcanzada, 'Gaia' se sitúa a la vanguardia de la astrometría. Esta publicación nos ofrece una primera impresión de los extraordinarios datos que nos esperan y revolucionará nuestra comprensión de cómo las estrellas se distribuyen y se desplazan por nuestra galaxia", destacó Manteiga.

El satélite "Gaia", con un coste que ronda los 650 millones de euros, fue lanzado al espacio el 19 de diciembre de 2013 desde la base europea en Kourou (Guayana francesa). Forma parte de una ambiciosa misión de astronomía diseñada para elaborar un mapa tridimensional (3D) de la galaxia con datos de alta precisión de las propiedades de cada astro observado, su posición y desplazamiento. El observatorio está situado en órbita de Lagrange 2, un punto virtual en el espacio de equilibrio gravitatorio de la Tierra y el Sol que le aporta la deseada estabilidad sin tener que gastar mucha energía para mantenerse.

Gaia observa cada objeto celeste "una media de setenta veces", apuntó Minia Manteiga, y "nunca se detiene": girando sobre sí mismo y en pequeño movimiento circular, escruta la inmensidad de la galaxia (100.000 años luz de diámetro) y diariamente registra datos de 50 millones de estrellas. En total, en los primeros dos años de trabajo, la sonda ha obtenido alrededor de 500.000 millones de imágenes individuales y unos 110.000 millones de espectros, "cifras que superan todo lo que se había llegado a observar a lo largo de todos los siglos", destaca la ESA. Los primeros resultados han sido publicados ahora en la revista especializada Astronomy & Astrophysics.

El satélite, dotado con dos telescopios de altísima precisión que enfocan en sentidos opuestos -lo que permite determinar posiciones relativas-, tiene todavía por delante dos años más de misión, o incluso cuatro si cristaliza la prórroga que solicitan los científicos del equipo, por lo que la cantidad de datos "aún mejorará por mil", tal y como explicó la astrofísica gallega, quien señaló que el inventario obtenido hasta hoy representa "menos del 1% de la cantidad de estrellas que se estima hay en la Vía Láctea", que probablemente cuenta con entre 100.000 y 200.000 millones de astros brillantes.

La colosal marea de datos que los científicos reciben dará lugar a un catálogo final que se publicará hacia el año 2022 y que ocupará un petabyte -un millón de gigabytes (GB)-, una cifra que equivaldría a 200.000 DVD.