Su labor en la protección de los niños y jóvenes durante más de setenta años ha llevado a Aldeas Infantiles SOS a ganar el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2016. La ONG, que es miembro de la UNESCO y asesor del Consejo Económico y Social de la ONU, se impuso al líder de la banda U2 en las votaciones finales. "El primer reconocimiento que hay que hacer es para los niños y jóvenes que han pasado por aquí. Ellos son los verdaderos protagonistas. Gracias a su esfuerzo y su trabajo han conseguido superar las dificultades e integrarse plenamente en la sociedad", afirmó el presidente de Aldeas Infantiles en España, Pedro Puig, que también elogió el trabajo de cientos de miles de personas que han estado detrás de la ONG. Puig considera que este galardón servirá también para concienciar a la sociedad en temas que afectan a la infancia.

El premio quiere reconocer el trabajo que Aldeas Infantiles SOS hace para favorecer el bienestar de los menores. Con esa intención, Hermann Gmeiner fundó esta ONG en 1949, después de la II Guerra Mundial. Ya con la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas como guía, Aldeas Infantiles SOS fue pionera en trabajar con niños huérfanos o abandonados a largo plazo. "Nos sentimos honrados de que haya sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2016. El desafío es enorme en un mundo en el que a millones de niños y jóvenes se les niegan sus derechos universalmente aceptados tanto a la atención como a la protección", expresó el austrico Siddhartha Kaul, presidente de Aldeas Infantiles SOS.

Los miembros del Jurado, que tomaron la decisión esa misma mañana, también parecían satisfechos con la elección final. La votación estuvo bastante ajustada con la candidatura de Bono, el líder de U2. El proceso de paz en Colombia, una de las candidaturas más sonadas, no recibió todos los apoyos necesarios para llevarse el galardón. "Están haciendo una labor extraordinaria y además en un momento muy simbólico, donde se están produciendo todas estas migraciones que están afectando de manera muy directa a la infancia", afirmó el presidente del Principado, Javier Fernández, que recalcó el carácter internacional de la organización.

En el mundo existen 573 Aldeas Infantiles SOS que atienten a un total de 58.866 niños. También en Siria, donde solo en el 2015 atendieron a más de 26.000 niños. 1.100 habían perdido a sus padres. "En concreto había una aldea en Damasco y otra en Alepo, que han tenido que cerrarse. Los chicos los tuvimos que trasladar a zonas más seguras. Ahora mismo estamos intensificando el trabajo allí", explica Puig. Cada Aldea está compuesta por varios hogares en los que viven las "Familias SOS", formada por una madre o padre o ambos. Ellos, junto con el equipo de educadores, psicólogos y otros profesionales, proporcionan la ayuda necesaria para que cada niño acogido consiga el mejor desarrollo. Crean un entorno en el que los menores se sienten queridos y protegidos. Como si estuvieran en casa. Cuenta además con 1.883 centros y programas dedicados a residencias de jóvenes, colegios, centros de educación infantil, programas de fortalecimiento familiar y otros proyectos que atienden a cerca de medio millón niños, jóvenes y adultos.

La ONG está en España desde 1967. En 1981 constituyeron la Asociación Aldeas Infantiles SOS de España que coordina la labor a nivel nacional. En 1983 se declaró de utilidad pública por el Consejo de Ministros. Trabajan en siete comunidades autónomas: Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Canarias, Cataluña, Galicia y Madrid. Sólo en el 2014 atendieron a 6.275 niños.

Además, Aldeas Infantiles SOS en España financia quince Aldeas en Argentina, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Perú, Marruecos y Senegal. También asumen el mantenimiento de diferentes proyectos en Latinoamérica, como Programas de Fortalecimiento Familiar, Centros Sociales SOS, Escuelas de Primaria, Centros de Día y Escuelas Infantiles, así como dos programas de asistencia quirúrgica a niños en Guinea Ecuatorial y Senegal, donde se practican 2.369 intervenciones al año.

"Me gustaría que la gente se sensibilizara con la situación de la infancia en el mundo y especialmente en España. No podemos permitir que ningún niño sufra por ninguna crisis. Todos tenemos que poner nuestro granito de arena para evitar que sufran situaciones dramáticas", asevera el presidente de la organización en España. Que la gente sepa qué hacen, cuáles son sus proyectos y sus resultados animará, a los ojos de Puig, a que otras personas se unan a la ONG para colaborar con esta labor que llevan a cabo.