El número de personas vigiladas por haber estado en contacto con pacientes afectados por fiebre hemorrágica Crimea-Congo ha aumentado de 190 a 282, informó ayer el miembro de la comisión técnica para el estudio de esta enfermedad y portavoz del comité técnico de expertos y catedrático de Salud Pública, Ángel Gil, que dijo que es una medida "de prevención". El portavoz explicó que la ampliación del número de 'contactos' es una medida "de prevención y control", porque "no quieren que "se escape nadie".

Aparte de las dos personas que han mostrados síntomas que pueden ser compatibles con la enfermedad, de los 281 casos restantes de contactos en estudio ninguno tiene síntomas ni requiere, en este momento, aislamiento domiciliario. "Muy posiblemente, en los próximos días, si esto evoluciona así, alguno podrá incluso abandonar ya el seguimiento y el control", explicó Gil.