No todos los niños y niñas pasan la pubertad a la misma edad. Ni experimentan los mismos cambios. Cada adolescencia tiene sus propias peculiaridades y aunque durante esta etapa de la vida todos experimentarán el despertar sexual, no se puede establecer un momento concreto. Cada adolescente tendrá el suyo.
"El despertar sexual se sitúa en la adolescencia, pero no se puede generalizar. ¿Qué es lo normal? ¿Normal es lo frecuente? Lo importante es que cuando la chica o el chico decida tener su primera relación sexual sea porque realmente la desea en ese momento y no por ser igual al resto del grupo. Si ya hay amigos que han tenido relaciones sexuales esto siempre va a ser una presión", explica Mercedes Oliveira, doctora en Filosofía y experta en Educación Sexual.
Con treinta años de experiencia en educación sexual, esta docente viguesa afirma que uno de los problemas es la presión a la que se ven sometidos los chavales. En este sentido, explica que por un lado, a las chicas se les sigue exigiendo ser atractivas y seductoras, pero al mismo tiempo, que no se dejen seducir, mientras que a los chicos se les estimula para que seduzcan a cuantas más chicas mejor y que no se comprometan. "Si no cumplen estos papeles, no son bien aceptados en el grupo, por lo que muchas veces adoptan una actitud de 'depredador sexual' que a título individual no harían, y muchas chicas se sienten acosadas", expone.
Oliveira asegura que tratar el tema de la sexualidad con los hijos no es limitarse a advertir de los posibles riesgos de embarazo o contagio, sino educarlos en el respeto hacia su propio cuerpo y el del otro. "El problema es que al niño se le sigue educando para que tenga mucho éxito y a la niña para que sea sumisa. Y aquí las niñas se llevan la peor parte. Las niñas siguen sin poder ser sexualmente libres", afirma.
En su opinión, si la sexualidad se tratara de una forma más natural en las familias, los estereotipos no se reproducirían. "Si en vez de removernos en el sofá cuando llega la escena de sexo de la película comentamos esa actitud sumisa de la chica, o si cuando dos chicos o dos chicas se miran con deseo preguntamos: "¿Y por qué no se dan un beso si lo están deseando?", por ejemplo, estaremos rompiendo tabúes", sostiene. Para esta experta, las familias tienen que cuestionarse sus propios prejuicios y el sistema educativo debe incorporar la educación sentimental y la sexualidad en el currículo académico.
La docente, que acaba de estrenar entrada en wikipedia, incorpora en la enciclopedia online varios de sus libros, que pueden servir de ayuda a los padres en este tema, como los capítulos 4 y 5 de "¿Estás pola solución? Proposta de recursos didácticos para a abordaxe da violencia de xénero no ámbito sanitario" y "El cuerpo como campo de batalla". "Lo que hay que transmitir a los hijos no es el miedo a las relaciones sexuales, sino que tienen que ser conscientes de lo que quieren y hasta donde lo quieren, que no obedezcan a imperativos de otras personas, especialmente a las chicas", apunta.
