El músico coruñés Carlos López abrió ayer el Festival Canjazz y puso a prueba la lealtad del público cangués (turistas también) con este evento. El Eirado do Costal estaba de nuevo lleno de aplicados seguidores de esta música de raíces americanas a la que Europa y España prestan especial atención. Silencios contenidos, aplausos calurosos animaban al joven Carlos López que supo captar el ambiente del festival y no tardó en hacerse con el público.

El Eirado do Costal es un escenario natural que guarda el secreto de su excelente acústica, quizá cimentada en su viejo empedrado, en sus casas marineras reformadas no hace mucho y en ese cielo despejado que alimenta a un público que acudió con tiempo suficiente a coger silla o losa para acomodarse y presenciar el concierto con la comodidad que requiere.

Uno de los responsables del Canjazz este año, Xan Campos, se mostraba ayer convencido que será un concierto muy especial el protagonizado hoy por los holandeses Reinier Baas (guitarra) y Ben Van Gelder (saxo alto). Afirma Campos que son dos de los mejores intérpretes europeos del momento, que van a tener mucho que decir en este mundo musical. Su jazz contemporáneo, europeo, pero con profundas raíces americanas, hará vibrar a los espectadores que se acerquen al Eirado do Costal.