Diecieséis años de experiencia en la organización de la Feira Anual do Cabalo y la Festa Gastronómica da Carne de Potro acreditan un éxito seguro a la comisión Nosa Señora do Carme, que ayer volvió a convertir a Mosteiro en la capital del caballo. Por el recinto ferial pasaron más de medio millar de equinos, entre los participaron en la feria y los que concursaron en los diversos certámenes de belleza, estampa y andadura. A la hora de comer, prácticamente se agotaron las 1.200 raciones preparadas, ya que al final en las cacerolas quedaba muy poca carne.

Algo más de 350 caballos entraron en la feria del ganado desde primeras horas de la mañana, por lo que los interesados en comprar algún ejemplar tuvieron facilidad para elegir.

En lo que respecta a los concursos, se apuntaron 120 ejemplares de raza gallega, cruzada, pura raza árabe y pura raza española. Los equinos participaron distribuidos por raza, sexo y edad. De este modo, hubo una docena de certámenes por la mañana y otros cuatro por la tarde. Cada uno de ellos contaba con tres premios en metálico, además de trofeo o medalla.