Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"El Fandi": "Trabajo todos los días para aproximarme a la faena ideal"

"De esta profesión se aprenden sobre todo valores: respeto, disciplina, orden, sacrificio..."

El torero David Fandila "El Fandi". // Gustavo Santos

"La verdad es que estoy en un momento bueno y feliz, estoy disfrutando mucho este año", explica David Fandila, cuya temporada "de aquí en adelante se pone aún más interesante, mi carrera está en un momento bastante bueno", explica. Encadena triunfos (ayer salió a hombros de la plaza de Pontevedra y unas horas antes lo había hecho de la de Baeza) pero ni así siente que se aproxime a la faena ideal: "Creo que no lo he hecho, se cosechan triunfos profesionalmente muy importantes pero lo que uno sueña, algo casi perfecto, es muy difícil, que no salga una tanda que emborrona un poco, que salga todo redondo es casi imposible, pero por eso es tan difícil, por eso trabajo todos los días, para aproximarme a la faena perfecta lo más posible".

-Es todo un veterano ante la afición de Pontevedra?

-La recuerdo con mucho cariño, la verdad es ésta es una de las plazas que me encantan por no el ruido pero si la entrega de la gente, cómo suena esta plaza cuando se calienta, la verdad es que es de los sitios donde todos los años pongo el punto de mira y son de las tardes que me planteo con especial ilusión.

-¿A qué toreros admira?

-Con el tiempo te vas dando cuenta de que cada vez admiras, por lo menos yo, a más toreros, la capacidad que tienen, sobre todo la nueva hornada de toreros, la capacidad que tienen o que tenemos de hacerle cosas a los toros, se hacen cosas que no se han hecho nunca, y sobre todo admiro a quien es capaz de ponerse delante de un toro y expresar algo, luego tendrás más gusto o alguna referencia especial de toreros antiguos, de cuando eras joven, pero ahora mismo me quedaría con lo que se hace hoy en día a los toros y lo que son capaces de hacerle muchos compañeros, no uno solo sino varios.

-"El Juli", que por cierto fue testigo de su alternativa, se refería hace pocos días en FARO al gran momento que vive la fiesta ¿coincide en esa percepción?

-Si, creo que si, sobre todo porque poco a poco se está empezando a mover todo, después de los años complicados que hemos pasado por la crisis, el mundo del toro y la fiesta es algo en lo que la gente tiene que desembolsar un dinero, es como una afición y a todo eso la crisis le ha afectado mucho, ahora parece que todo se empieza a mover más y todavía más si cabe con la cantidad de toreros nuevos que están viniendo, con aires frescos, con aires nuevos y haciendo que los que están ahí arriba se empiecen quizás más si cabe las tuercas, todo ello creo que para la fiesta y para el aficionado es algo muy muy positivo.

-¿Qué tarde de toros le hubiese encantado vivir?

-Me hubiese encantado vivir una tarde con el maestro Miguelín, un torero que siempre he admirado una barbaridad y que creo que fue todo un privilegio verlo en su tiempo, y también el maestro Paquirri, han sido dos toreros que me hubiese gustado, me habría encantado vivir esa tarde de toros con ellos, sería la tarde más ideal. Y luego la verdad es que hoy en día hay un abanico de toreros impresionante, tanto en gusto como en formas y conceptos que me sería muy difícil elegir solo tres para un cartel.

-Desde fuera la percepción es que el mundo del toreo es enormemente competitivo?

-Hay una parte que está definida por un gran compañerismo y un gran apoyo pero al mismo tiempo otra efectivamente que es de una gran rivalidad, una rivalidad tremenda, porque cada uno trata de defender su parcela y su estatus: los que vienen nuevos quieren agarrarse y los que está ahí arriba quieren mantenerse, y al final todo depende un poco de tu toro, de cómo te salga a ti la tarde. Pero si, hay una gran rivalidad sana que creo que al final es lo bonito y lo grande de esta fiesta.

-¿Qué se aprende de su profesión?

-De esta profesión se aprenden sobre todo valores, valores de respeto, de disciplina, de orden, de sacrificio, de valorar las cosas importantes que te da la vida. Es una profesión que gracias a Dios yo me siento un afortunado porque se me ha dado bien pero exige muchísimo y no te regala nada, y una vez que estás dentro los valores que se deben de trasladar un poco a la calle son los que tiene esta profesión y que pasan por el respeto, la educación, la jerarquía, todos ellos son muy importantes en el mundo del toro y deben de transmitirse.

"No estamos locos, tenemos un valor y capacidad de hacer cosas que no todos tienen, una pequeña gran diferencia"

  • -¿Es usted el torero que mejor pone banderillas de la historia?-Bueno, no voy a ser yo quien te lo diga (sonríe) pero la verdad es que es un tercio que disfruto mucho, que he trabajado bastante por ir sacando mi propio estilo dentro de grandes maestros a los que he admirado muchísimo y lo importante es que cuando me retire, Dios quiera que sea dentro de muchos años, se me recuerde como un torero importante y con eso ya me daría de un canto en los dientes.-Al hilo de lo que dice de su retirada ¿qué quiere hacer: se ganadero, dedicarse al esquí, su gran afición??-No se cuando me retiraré (sonríe) pero creo que hay muchas cosas por hacer en la vida, por suerte o por desgracia esta profesión la verdad es que cuando te retiras, tirando a largo con 40 o más años, puedes hacer muchas cosas, me encanta el campo, me encantan los caballos, me gusta el toro en el campo, creo que un poco de tiempo si le dedicaría, pero la verdad es que nunca me he planteado qué haría después porque tengo todavía muchas cosas que hacer hoy por hoy.-¿Cómo surgió su vocación taurina? ¿La ha heredado?-Si, en mi casa siempre se ha vivido el mundo del toro, mi padre y mi abuelo fueron banderilleros y yo acompañaba a mi padre cuando toreaba con otros toreros y, bueno, ha sido un mundo que siempre me ha ido absorbiendo, llamando la atención y poco a poco me he ido metiendo en él un poco más a fondo.-¿Para ser torero hay que estar loco?-No loco, creo que somos gente muy muy consciente y muy sabedora de lo que nos jugamos, lo que pasa es que la gente muchas veces ejerce esa presión, pero más que locos (sonríe), que no lo estamos, lo que tenemos es un valor y una capacidad de hacer cosas que no todos tienen, hay una pequeña gran diferencia (risas).-Ocupa uno de los primeros puestos del escalafón, ha cruzado cientos de puertas grandes... ¿Qué le queda por conseguir?-Me quedan muchas cosas por conseguir, pero sobre todo lo más importante para mi es renovar la ilusión año a año, que la gente cuando me vea no se aburra, que año a año sigan viniendo a la plaza con ganas, con ilusión. Y luego está mejorar mil defectos que todavía me quedan por mejorar y seguir consiguiendo que la gente disfrute de lo que hago, que es mi meta fundamental y por lo que trabajo todos los días, mientras que lo vaya manteniendo será buena señal.

"No estamos locos, tenemos un valor y capacidad de hacer cosas que no todos tienen, una pequeña gran diferencia"

  • -¿Es usted el torero que mejor pone banderillas de la historia?-Bueno, no voy a ser yo quien te lo diga (sonríe) pero la verdad es que es un tercio que disfruto mucho, que he trabajado bastante por ir sacando mi propio estilo dentro de grandes maestros a los que he admirado muchísimo y lo importante es que cuando me retire, Dios quiera que sea dentro de muchos años, se me recuerde como un torero importante y con eso ya me daría de un canto en los dientes.-Al hilo de lo que dice de su retirada ¿qué quiere hacer: se ganadero, dedicarse al esquí, su gran afición??-No se cuando me retiraré (sonríe) pero creo que hay muchas cosas por hacer en la vida, por suerte o por desgracia esta profesión la verdad es que cuando te retiras, tirando a largo con 40 o más años, puedes hacer muchas cosas, me encanta el campo, me encantan los caballos, me gusta el toro en el campo, creo que un poco de tiempo si le dedicaría, pero la verdad es que nunca me he planteado qué haría después porque tengo todavía muchas cosas que hacer hoy por hoy.-¿Cómo surgió su vocación taurina? ¿La ha heredado?-Si, en mi casa siempre se ha vivido el mundo del toro, mi padre y mi abuelo fueron banderilleros y yo acompañaba a mi padre cuando toreaba con otros toreros y, bueno, ha sido un mundo que siempre me ha ido absorbiendo, llamando la atención y poco a poco me he ido metiendo en él un poco más a fondo.-¿Para ser torero hay que estar loco?-No loco, creo que somos gente muy muy consciente y muy sabedora de lo que nos jugamos, lo que pasa es que la gente muchas veces ejerce esa presión, pero más que locos (sonríe), que no lo estamos, lo que tenemos es un valor y una capacidad de hacer cosas que no todos tienen, hay una pequeña gran diferencia (risas).-Ocupa uno de los primeros puestos del escalafón, ha cruzado cientos de puertas grandes... ¿Qué le queda por conseguir?-Me quedan muchas cosas por conseguir, pero sobre todo lo más importante para mi es renovar la ilusión año a año, que la gente cuando me vea no se aburra, que año a año sigan viniendo a la plaza con ganas, con ilusión. Y luego está mejorar mil defectos que todavía me quedan por mejorar y seguir consiguiendo que la gente disfrute de lo que hago, que es mi meta fundamental y por lo que trabajo todos los días, mientras que lo vaya manteniendo será buena señal.

Compartir el artículo

stats