"Estamos muy contentos del camino que ha tomado el festival desde hace aproximadamente cinco años, cuando decidimos tomar medidas para atraer a un público más familiar y evitar que la fiesta estuviera tan centrada en la noche y en el botellón". Habla Marcos Escudero, presidente de la Asociación Festa da Prehistoria y principal impulsor de un fin de semana que ya va por su decimoquinta entrega para convertir una parte del municipio de Mos en un viaje al Neolítico, con numerosas actividades pensadas para recuperar un período histórico lejano pero del que se pueden extraer varias lecciones.

"Este año hemos registrado un aumento en el número de personas participantes en las diferentes tribus y también el número de las propias tribus, alcanzando la decena y superando en este sentido las cifras del pasado año", señala Escudero. "Desde la undécima edición hemos intentado orientar las actividades diseñadas en el programa del festival para un público más familiar, centrando una parte del mismo en los niños y consiguiendo así que vengan miembros de toda la familia, desde el abuelo hasta el nieto". Escudero realiza este "flashback" porque recuerda que durante las "diez primeras ediciones el evento cogió un cariz que no nos gustaba, muy orientado a la noche y a una fiesta de borrachera, pero ahora va por el camino que nosotros habíamos pensado desde el principio y estamos muy contentos".

Ese camino, ayer, empezó por la mañana con diferentes obradoiro centrados en la pintura rupestre y corporal, técnicas para hacer fuego, caza con propulsor, elaboración de petroglifos o fabricación de herramientas líticas.

Después de un pequeño parón para comer se produjo lo que la organización define como "uno de los momentos más esperados". La subida a la Lapiñeira da Fraga, una cueva natural próxima al parque de A Penacova, lugar en el que tuvo lugar el ya tradicional enfrentamiento entre las tribus participantes. En este punto, la gran pelea acaba cuando la tribu anfitriona propone la celebración de los juegos y competiciones en las denominadas Olimpíadas de la Prehistoria. La también clásica carrera de obstáculos y relevos "Na procura do lume" dio paso a pruebas de fuerza y habilidad. Los participantes y público en general pudieron también disfrutar subiendo en los troncomóviles y en el toro mecánico.

La batucada de "Bate no Cobre" puso el ritmo para despedir la tarde y dar la bienvenida a la noche, que también estuvo copada por la música con la presentación mundial de la Kozmic Blues Band por parte de Tati's Joplin, que rindió tributo a Janis Joplin; la actuación de los Lelly Kelly's, que versionaron el rock de los 60 y los 70; y el concierto del grupo Millo, presentando su primer disco.

Una combinación de actividades e iniciativas que desde la organización diseñan con la idea convertir a Mos en un lugar excelente para volver al Neolítico por unas horas, con espacio para la diversión y el aprendizaje y con sólo un `pero´ por parte del presidente de la asociación, Marcos Escudero, y es "la falta de apoyo del Concello, que este año por vez primera no ha ayudado en la organización del evento".

Por lo demás, incremento de participación, mejora consolidada en lo que objetivo del festival se refiere y decimoquinta edición superada con buen sabor de boca para los organizadores y los participantes que se acercaron a lo largo de toda la jornada para vivir la prehistoria de una manera diferente, probablemente única en el entorno del área metropolitana de Vigo.