Desde hace 20 años Jorge es fiel a las corridas de la feria de A Peregrina. Para él el "mal ganado" del que dispuso Morante fue decisivo a la hora de afear su faena, aunque reconoce que entró mal a matar en el segundo toro. Sensaciones contrarias con Roca Rey, un "torero que se arrima, es templado y tiene pausa".