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Los jóvenes dedican más tiempo al ocio desde la crisis

Un 78% de los españoles de entre 16 y 29 años salen de fiesta nocturna, pero vuelven antes a casa

Salir 'de tranquis' se impone a bailar en una discoteca hasta altas horas de la madrugada. Así lo ratifica el estudio La marcha nocturna: ¿Un rito exclusivamente español? del Centro Reina Sofía, que concluye que los jóvenes españoles, de entre 16 y 29 años, salen más de noche que hace una década pero regresan antes a casa.

Según datos del informe, los jóvenes dedican 41 horas a la semana al ocio, mientras que en el año 2007, antes de la crisis económica, dedicaban 26 horas. La explicación se remite a la precariedad laboral, al paro juvenil o al retraso de la emancipación, que propicia que la gente joven disponga de más tiempo libre.

Parte de ese tiempo lo dedican a las actividades nocturnas. Si en 2007 un 72,2% de los jóvenes afirmaba salir de noche, en 2015 supone el 78% de los encuestados. Sin embargo, el dato alberga una trampa. Hacer planes nocturnos no coincide exclusivamente con salir de fiesta."Todo depende de a qué le llames salir", comenta Roberto Eirín, un trabajador de 29 años. "Antes se cenaba en casa y luego se iba a discotecas. Ahora sales por ahí de picoteo, tomas una copa y no entras en locales. Pero acabas llegando a casa a las 3 de la mañana", explica.

Ahí radica otra de las conclusiones del estudio: la noche se acorta. En la última década, los jóvenes han cambiado la discoteca y el 'after' por 'salir de tranquis', es decir, tomar una copa sin ir después a bailar. Datos del año 2007 mostraban que el 10% regresaba antes de la 1, pero en 2015, el 20% vuelve antes de esa hora. De hecho, solo el 12,7% de los encuestados afirma llegar a casa después de las 6.

Jóvenes vigueses constatan algunas cifras del estudio. Diego García, un estudiante de 26 años, afirma que: "Si se entiende que salir es ir de fiesta, entonces no lo hago. No me gusta el ambiente. Yo salgo a tomar algo con mis amigos hasta las 2 o 3 de la mañana, pero no voy a discotecas". Su amiga Raquel Cid, de 25 años, coincide: "Lo mío es tomar algo con los amigos y ya". "Solo salgo en ocasiones especiales, una o dos veces cada seis meses. Esos días sí salgo hasta tarde y tomo alguna copa, pero no como todo el mundo, porque no me gusta el ambiente y siempre hay movida", explica.

Moisés Calviño concreta todavía más: "Quedo a las 20.00 horas para tomar algo con amigos y el plan se extiende. Especialmente en verano, porque me voy de terraceo y a las 2 de la mañana vuelvo a casa", cuenta.

"No salgo mucho, dos veces al mes o menos", asegura Megan Hirsh, de 24 años. Cuando va de marcha, explica que su plan consiste en "beber un poco en casa y después algún chupito o cerveza. Sobre las 2 de la mañana paro y a las 4 estoy de vuelta", asegura. "Me aburre un poco porque siempre se hace lo mismo. Prefiero estar bien por las mañanas y hacer cosas", comenta entre risas.

A sus 19 años, Carla Diumaró tampoco tiene la fiesta nocturna entre sus planes: "Me aburre salir, es siempre lo mismo", señala. "Ahora lo hago en cumpleaños, por ejemplo, pero antes iba de fiesta mucho más para no quedarme en casa", explica. Emilio Lomba, de 20, la respalda: "Si tus amigos salen, tienes que hacerlo, pero también me aburre".

No todos los jóvenes coinciden. El 30% de los encuestados en el informe del Centro Reina Sofía afirma que sale todos o casi todos los fines de semana.

Silvia López, una chica de 22 años procedente de Burgos y que trabaja en Vigo, cambia sus planes según la época del año:"Durante el curso salgo los jueves y, en verano, los fines de semana. Pero suelo volver a las 7 de la mañana o más".

Andrea Cid, de 22 años, señala: "En verano salgo todos los fines de semana. Y lo que no son fines de semana, también. Hay que aprovechar todo el tiempo posible. El lunes, por ejemplo, fuimos a ver a Panorama", cuenta. Su hora de llegada a casa se sitúa "entre las 7 y las 9 de la mañana".

El estudio certifica que los jóvenes destinan ahora más dinero al ocio nocturno que hace una década. En 2007, se estimaba que la cantidad se aproximaba a los 55 euros semanales. En 2015, se sitúa en torno a los 80 euros semanales.

Trabajar o estudiar es determinante. Roberto Eirín, de 29 años, afirma que un día que sale de fiesta se gasta "unos 50 euros". "Y si vas a cenar, 80. Una copa llama a otra y yo sigo bebiendo hasta que se acaba el dinero", cuenta divertido.

"Ahora trabajo y dispongo de más dinero. Si salgo un fin de semana suelo llevar unos 20 o 30 euros, pero vengo con vuelta", revela Magaly Puente, de 25 años.

Por contra, la joven estudiante de 19 años, Carla Diumaró, afirma rotundamente: "Hay que ahorrar, por eso cuando salgo hago botellón".

Menos botellón que en 2007

¿Y por dónde salen los jóvenes? En la última década, las actividades nocturnas que afirman practicar los jóvenes son, por este orden: salir de bares (62,6%), ir a bailar en discotecas (38,5%), ir a casa de amigos (35,5%), cenar en restaurantes (21,2%), hacer botellón (18,8%) y, en último lugar, asistir a conciertos (13,1%).

Según datos del informe del Centro Reina Sofía, los jóvenes que hacen botellón en la calle suponen un 18,8%, cuando en 2007 era del 26,4%. Además, por franjas de edad, se confirma que el botellón es una práctica mayoritaria entre los más jóvenes (15-19 años) con un 28,8%. En la franja correspondida entre los 25 y los 29, hacer botellón se reduce al 8,8% de los encuestados.

La edad no es el único condicionante. "Beber en un sitio u otro depende del tiempo que haga", afirma Silvia López. "Si hace buen tiempo, se puede hacer botellón. Si hace frío te vas a bares".

El Centro Reina Sofía también se pregunta qué significa para los jóvenes 'salir de noche'. La opción mayoritaria, con un 47,7%, es que la fiesta nocturna aporta "cierta sensación de hacer algo diferente y salir de la rutina".

"De noche te lo pasas bien. Es tas con amigos y te reúnes con otra gente", argumenta Andrea Cid.

"Durante el curso voy de fiesta incluso más que en verano, porque después de toda la semana estudiando te apetece desconectar", razona Carla Diumaró.

Salir de fiesta siempre será el plan juvenil por excelencia. La situación económica y las características de la generación establecen las modas nocturnas.

Magaly Puente | Trabajadora, 25 años

"Un fin de semana suelo llevar 20 o 30 euros, pero vengo con vuelta"

Moisés Calviño | Trabajador, 29 años

"Quedo a las 8 de la tarde para tomar algo y llego a casa a las 2"

Carla Diumaró | Estudiante, 19 años

"En invierno me apetece más porque desconecto después de estudiar"

Emilio Lomba | Estudiante, 20 años

"Si tus amigos salen, tienes que hacerlo. Pero ya me aburre"

Roberto Eirín | Trabajador, 29 años

"Vas de picoteo y tomas una copa, pero acabas volviendo a las 3"

Megan Hirsh | Trabajadora, 24 años

"Bebo algo en casa y después algún chupito o cerveza, pero a las 2 ya paro"

Silvia López | Trabajadora, 22 años

"Durante el curso salgo los jueves y, en verano, los fines de semana"

Raquel Cid | Estudiante, 25 años

"Voy de fiesta en ocasiones especiales porque no me gusta el ambiente"

Diego García | Estudiante, 26 años

"Voy a tomar algo con mis amigos, pero no voy a discotecas"

Andrea Cid | Estudiante, 22 años

"En verano salgo todos los días que pueda y llego entre las 7 y las 9"

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