Una escena del espectáculo "Cabaret maldito". // FdV

Suso Silva se mete en la piel de Lucifer, el maestro de la perversión y del engaño, la encarnación del mal, en "Cabaret maldito", el nuevo espectáculo del Circo de los Horrores, que pone fin a la trilogía que inició la obra que da nombre a la compañía y que continuó "Manicomio". Aunque también podría decirse que pone un punto y seguido, ya que su creador y director artístico ya anuncia que trabaja en la que será la cuarta parte. "Habrá secuela y hasta presecuela", adelanta el clown ourensano, Premio Nacional de Circo 2003, que añade que para el 2018 se estrenará el nuevo espectáculo.

Cuarenta artistas de distintas disciplinas dan vida a los diferentes personajes de este "Cabaret maldito", que interactuarán con el público al estilo de las varietés o music-hall, mientras Lucifer tratará por todos los medios de recolectar el máximo número de almas a cambio de una noche de riqueza, fama, lujuria y poder. "Todos bajan la cabeza ante la figura de Lucifer cuando les ofrece cosas que realmente todo el mundo quiere: fama, riqueza, seducir a muerte, el poder, el poder nos vuelve locos... Pero todo y todos tenemos un precio", afirma el artista.

Según Silva, "Cabaret maldito" se desmarca un poco del género de terror de los dos anteriores espectáculos y se adentra en el terreno del pecado. "Es un montaje que juega con los siete pecados capitales y con los deseos, con los placeres de la carne. Todos tenemos pecadillos que purgar. Pero por otra parte, pequemos todos, que la vida se pasa rápidamente y no hemos pecado lo suficiente. Todos queremos algo, pero ¿a cambio de qué?", pregunta.

La respuesta la encontró, asegura, echando un vistazo a su alrededor. "Solo hay que ver como está social y políticamente España. Los siete pecados están ahí. Todos tenemos pecados, todos jugamos con lo que no debemos. Yo he buscado como juez de esta sociedad corrupta al mismísimo Lucifer, que se cachondea de nuestros defectos y también de nuestras virtudes", añade.

De esta manera, el Diablo invitará a los vigueses, del 3 al 28 de agosto, a medir sus fuerzas con él en la catedral gótica que montará en la avenida de Castelao y que albergará su perverso cabaret. El objetivo de la diabólica compañía es que el público se divierta con un espectáculo que aúna música, monólogos, danza contemporánea, travestismo y números circenses sin perder por ello su alma. "Me arriesgo mucho y juego con los límites, y lo bueno es que el público está respondiendo bien", afirma Silva.