La Jornada de la Juventud 2016 (JMJ) arrancó ayer en la ciudad polaca de Cracovia, donde ya se encuentran cientos de miles de jóvenes de todo el mundo recibidos con entusiasmo en el país más católico de Europa.

La JMJ, a la que hoy se suma el papa Francisco, arrancará oficialmente a las 15.30 horas GMT en la explanada de Blonia, con una misa presidida por el cardenal polaco Stanislaw Dziwisz.

La población polaca, con más de un 90 % de católicos, está volcada con la celebración de las jornadas y miles de voluntarios han ofrecido desinteresadamente sus colaboración a los organizadores para guiar a los grupos de peregrinos.

"Para nosotros es un orgullo poder ayudar a hermanos de otros países, a la vez que supone una oportunidad para aprender de cómo los católicos de diferentes lugares viven nuestra religión", dijo una de las voluntarias polacas durante el encuentro en Cracovia.

Oficialmente 360.000 jóvenes han confirmado su presencia, aunque se espera que durante los actos principales el número de asistentes llegue hasta los 1,5 millones.

Hoy el papa Francisco aterrizará en Polonia, donde se ha diseñado un amplio dispositivo de seguridad reforzado después de los últimos ataques en Francia y Alemania. "A causa de la JMJ ha entrado en vigor en todo el país el nivel de alerta nacional ALFA (1) y el nivel BRAVO en seguridad ante ciberataques", recordó ayer el portavoz del Gobierno polaco, Rafal Bochenek, que confirmó que se mantendrá hasta el 1 de agosto.