Recorrerse los lugares que deben ser considerados de obligada visita para todos aquellos que eligen Vigo como el destino de sus vacaciones es posible y tan solo en 90 minutos. El bus turístico es una opción ideal para todas las personas que quieren conocer la ciudad en el mínimo tiempo posible y sin que se les pase por alto ninguno de los puntos de interés recomendados para visitar. Cantidad de turistas nacionales y extranjeros suben al autobús a lo largo del día con la esperanza de no quedarse con un mal sabor de boca.

Este es el caso de Roque Molina, Hortensia Santana y Álvaro, una familia de Gran Canaria que tiene muy claras las razones por las que decidieron viajar a Vigo. "Vinimos aquí porque nos gusta el clima y queríamos ver las zonas verdes de Galicia y las playas", explica la canaria Hortensia Santana. Este último es el motivo por el que aprovecharán el viaje para hacer una pequeña parada en la popular playa de Samil y volverán a coger el bus por la tarde para regresar al centro de la ciudad.

En la misma situación está la pareja madrileña, Carmen Arévalo y José Luis Delgado, que escogieron este destino exclusivamente para hacer un poco de turismo. "Yo ya he estado aquí en una ocasión, pero no tenemos mucho tiempo y quiero que José Luis se lleve una visión general de toda la ciudad", aclara Carmen Arévalo.

Los turistas dejan palpable que cogen el autobús porque al permanecer escasos días en la ciudad no pueden conocer la zona a fondo. Pero menos tiempo tienen todos aquellos pasajeros que van a bordo de los cruceros, puesto que sólo disponen de las horas en las que el crucero hace escala en el Puerto de Vigo. Esta es la razón por la que Sergio González, Rosantina Lozano y Héctor González, unos cruceristas mexicanos, se han decantado por el bus turístico. "Es el único medio de transporte que nos permite hacer una visita express por toda la ciudad en las cinco horas que tenemos para estar en tierra", cuenta Héctor González.

Encima de "Vigo Tour" los turistas hacen un recorrido pasando por puntos de interés como Rosalía de Castro, García Barbón, Policarpo Sanz, Paseo de Alfonso XII, calle Venezuela, avenida de Castrelos y Alcabre, entre otros, y conocen la historia que hay detrás de cada uno de los rincones que van observando, gracias a un sistema de locución con auriculares. Con paradas a lo largo del trayecto en tres zonas clave de la ciudad -el Monte de "O Castro", el Museo de Castrelos y la Playa de Samil-, ofrece la posibilidad de subirse y bajarse en cualquiera de ellas, utilizando el mismo billete a lo largo de toda la jornada.

Es un recorrido recomendable para todos los ciudadanos, incluso los vigueses, que seguramente se llevarían más de una sorpresa descubriendo cosas nuevas en su propia ciudad.

No resulta extraño, por tanto, encontrarse a gallegos encima del bus, puesto que "hay lugares que se necesitan recordar". Estas son las palabras de dos coruñesas que vienen a Vigo "de vez en cuando" y que nunca antes habían cogido el autobús. "Desde arriba las cosas se ven de otra manera y no queda ninguna zona importante sin visitar", señalan.

Visita guiada en bus

Una vez que regresan al punto de partida, muchos de los viajeros no se atreven a elegir qué fue lo que más les gustó de todo el recorrido, porque piensan que "todas las zonas son bonitas". Sin embargo, la familia mexicana admite que se ha quedado maravillada con los jardines de Quiñones de León (Castrelos), con la arquitectura y, sobre todo, con las playas. "Nos quedamos con ganas de bajar a la playa", confiesan, a la vez que añaden, "no pensábamos que Vigo fuera tan bonito". También les ha impresionado mucho el contraste que hay entre la zona vieja y la parte nueva de la ciudad.

Por su parte, la pareja donostiarra, Cristina y Juan Carlos, ya había visitado Vigo en ocasiones anteriores, pero repitieron el destino porque su hija Laura todavía no conocía la ciudad. "Hace unos cuantos años vinimos de turismo y visitamos las Islas Cíes", explica Cristina. Además, coincidiendo con la mayoría de las personas que realizan esta ruta, el Pazo Quiñones de Léon y las playas también han sido sus paradas favoritas.