En la multitudinaria playa de Samil se dan encuentro diversos grupos de jóvenes con la intención de atrapar a las criaturas más originales y difíciles de conseguir. Además, este famoso enclave de la ciudad olívica es de los que más "pokeparadas" concentra. Esta palabra hace referencia a lugares emblemáticos dentro de una metrópoli en los que poder reabastecerse de objetos que sirven a los usuarios para cazar más Pokemon y mejorarlos. "Desde que pudimos descargarnos aquí la aplicación, siempre nos reunimos un grupo de amigos y venimos por la tarde, porque siempre cazamos Pokemon que no tenemos y no conseguimos en otros sitios", comenta Sergio.

Algunas veces, los fanáticos de esta aplicación, que ha dado la vuelta al mundo en cuestión de días, organizan quedadas en zonas en las que hay mucha afluencia de "pokeparadas" o gimnasios, como lo es la playa urbana de Samil, a través de la red social Telegram Messenger, una aplicación de mensajería por Internet. El servicio, incluye además, notas de audio o la opción de compartir zonas geolocalizadas, por lo que es muy útil para los "Ash Ketchum" (entrenadores de Pokemon). "A veces, usamos el Telegram para quedar mucha gente en un punto concreto. Así, a la vez que cazas Pokemon, conoces a gente nueva", explica Sandra, una joven estudiante.

Lugares estratégicos

"Viajaré a cualquier lugar, llegaré a cualquier rincón" es una de las frases de la famosa canción de la serie Pokemon. La pista de patinaje, algún graffiti o el paseo marítimo de la playa de Samil son algunos de los lugares más frecuentados por los aficionados a la aplicación móvil en los que buscan hacerse con estas preciadas criaturas.

Además, el juego ofrece un desafío de mayor envergadura para los adeptos más competitivos. En los diversos gimnasios que se encuentran en esta zona, los entrenadores pueden poner a prueba a sus Pokemon y así medirse en un reto a las criaturas de otros jugadores. "En Samil el otro día había muchísima gente. Lo más "guay" es encontrarte un gimnasio y luchar con los Pokemon de un amigo o otra persona desconocida. Y si le ganas... es una pasada", comenta Samuel, un niño vigués muy aficionado a Pokemon Go.