Todos los amantes de Pokémon están de suerte y ya no tendrán que ingeniárselas más para poder descargar la aplicación. Ayer fue el gran día en que Pokémon Go comenzó a estar oficialmente disponible para los dispositivos iPhone y Android en España.

El fenómeno de masas comenzó su andadura el pasado 6 de julio en Australia y, posteriormente, se expandió a Nueva Zelanda y a EEUU, captando millones de adeptos a su paso. El éxito cosechado en España no fue menor y antes de que se estrenara la aplicación ya había miles de usuarios jugando.

En esta situación nos encontramos a seis vigueses -aunque no los únicos-, que empezaron a jugar la semana pasada ansiosos por probar el juego de moda que está revolucionando las redes sociales y los medios de comunicación. Esto ha sido posible gracias a un enlace que circula por la red y permite piratear el juego en el smartphone. "Me puse a investigar por internet y al final conseguí descargarlo", explica Carlos García, jugador de Pokémon Go.

El juego consiste en cazar criaturas pokémon por la calle. Se juega en un escenario real gracias al sistema GPS del teléfono móvil, por lo que los vigueses pueden buscar pokémons por las vías de la ciudad. Esa es la principal novedad de la aplicación que, además de introducir escenarios de realidad virtual en el juego, no permite que los jugadores queden sentados en el sofá. Deben salir a la calle e interactuar. Buscar una criatura pokémon y cazarla con la pokéball.

Esta es la razón por la que Pokémon Go resulta tan atractivo y entretenido. "Me gusta el juego porque estoy viendo lo que siempre quise de pequeño, que es atrapar yo mismo a los pokémon", confiesa el jugador Sergio Alonso. De este modo, los usuarios se convierten en los propios entrenadores, encarnan el papel del maestro Ash Ketchum. Al igual que Sergio, Sandra afirma que es el juego de su infancia y que ahora se está haciendo "real" lo que ella tanto deseaba cuando era pequeña.

La mayoría de los jugadores, por tanto, son de la generación de los 90, ya que son los que realmente vivieron la época de la pokemanía. Un ejemplo de ello se puede observar en el grupo de Israel, que señala que todos sus amigos están jugando al Pokémon Go. Y tal vez sean los de esa década los que sigan jugando una vez se pase de moda. "Creo que dentro de un tiempo sólo van a jugar unos pocos a los que de verdad les gusta el juego", sospecha Iván Pujales.

Pero no todo el mundo puede jugar, sino que, en palabras de Sandra, requiere "tiempo" y "batería. Esta afirmación es totalmente cierta, puesto que los cinco jugadores coinciden en que no han podido jugar mucho por falta de tiempo. Sergio es la excepción y confiesa que el primer día que se lo descargó estuvo cuatro horas jugando. Además, requiere tener en todo momento una gran conexión a internet, los servidores fallan y tarda mucho en cargar.

Estos son los principales impedimientos con los que se encuentran los usuarios. Algo que resulta comprensible si se tiene en cuenta que es la primera versión del juego y que todavía quedan pequeños detalles por mejorar e innovar.

En este sentido, Borja considera que "tienen que mejorar en cuanto a los combates y hacerlo más semejante al juego de verdad". Un imprescindible que los demás jugadores también echan en falta porque en los gimnasios "no te deja combatir con la gente de tu entorno" y quieren "poder jugar con los amigos y competir contra ellos".

La cara peligrosa del juego

Diversos organismos e instituciones ya han alertado sobre los riesgos que puede tener Pokémon Go para los usuarios y piden que se extreme la precaución. Uno de ellos es el peligro que puede suponer para la privacidad de los usuarios el hecho de que la aplicación utilice constantemente la geolocalización de las personas para alertar sobre posibles criaturas de pokémon.

Otro de los riesgos está en los atropellos, puesto que "tienes que ir viendo el mapa al mismo tiempo que tienes que ir caminando por la calle para que te aparezcan los pokémon", explican Carlos e Iván.

Por su parte, Sandra piensa que el principal riesgo está en los primeros días porque "quieres cazar todo lo que tienes por delante" y no miras ni "los coches" ni "las farolas". A lo que Sergio e Israel añaden que también "te puedes caer por un barranco porque te distraes mucho".

Dejando a un lado todos los peligros que puede comportar este videojuego, hay que resaltar su parte didáctica. Esta dimensión se pone de manifiesto en las pokeparadas, que son zonas que localiza la aplicación. "Hay dos monumentos al lado de mi casa que no sabía que existían y me los descubrió el juego", comenta Sergio asombrado.