La Estación Fitopatolóxica de Areeiro, dependiente de la Diputación de Pontevedra, insta a vigilar "muy bien" las plantaciones de patatas por las posibles infecciones por mildiu y escarabajos. Además, advierte de que los problemas con los bojs, de momento puntuales en algunas zonas de la provincia, pueden volver a los jardines por la Cydalima perspectalis, la mariposa que les afectó hace unos meses.

Desde Areeiro destacan que la humedad de las hojas de las plantaciones de patatas que se está registrando en toda la provincia aporta las condiciones ideales para una gran infección por lo que advierten que se deben mantener las precauciones y respetar los plazos de seguridad de los tratamientos utilizados en plantas próximas a la cosecha.

En lo referente a los bojs, han observado en algunas zonas la presencia de larvas de la segunda generación de la conocida como la mariposa de los bojs. Este fitófago (animal que se alimenta de materias vegetales) ya causó daños en abril y mayo y, por eso, ahora sugieren que se incremente la vigilancia para atajar su expansión.

En un nuevo aviso fitosanitario hacen referencia a las múltiples consultas que los técnicos recibieron sobre las viñas y la aparición de "síntomas severos" de mildiu en todas las comarcas. Sin embargo, los expertos celebran que en la última revisión, la de la pasada semana, la mayoría de las parcelas o no presentaban síntomas o apenas alcanzaban el tres por ciento de los racimos, con una superficie afectada de alrededor de un quinto del total.

La zona de O Condado es la que presenta una mayor afectación. Según advierten los especialistas, las fincas más afectadas son las que presentaron hasta hace poco, o presentan, mucha vegetación, por lo que recomiendan a los propietarios de viñas que "realicen trabajos que faciliten la aireación de los racimos (desbroces, deshojados) que a día de hoy son "imprescindibles". A su vez, aconsejan renovar los tratamientos en las viñas confirmando siempre la eficacia de las aplicaciones por si fuese necesario repetir la intervención.

En este momento, los racimos de uva están en un estado de desarrollo muy sensible a las infecciones del hongo oidio y las condiciones ambientales que se están registrando no ayudan a evitar las plagas, sobre todo en los lugares donde hay nieblas que mantienen una mayor humedad y una menor luminosidad.

"Observamos un incremento significativo en la sintomatología en plantas testimonio sin tratamientos y en las parcelas históricamente sensibles, como la de Castrelo. En las demás, o no hay síntomas o estos aparecen limitados a algunos granos. Por este motivo, se recomienda renovar el tratamiento si no se realizó recientemente, en ese caso es fundamental confirmar que se frenó la infección", señala la técnico Rosa Pérez.