Cuenta atrás para los 325 niños saharauis que, desde hace un cuarto de siglo, pasan los meses de verano en Galicia. Vacaciones en Paz, el programa que se encarga de su viaje y asignación a las familias de acogida, necesita recaudar 45.000 euros en los próximos seis días para que los menores puedan escapar del asfixiante calor del desierto del Sáhara y disfrutar con sus segundas familias de unas merecidas vacaciones.

El coste total de los billetes de avión para el traslado de África a España es de 290.000 euros. "Hemos logrado ya una parte importante, pero aún queda mucho y solo una semana para lograrlo. La diferencia con respecto a otros años es el pago anticipado: antes la compañía argelina nos dejaba pagarlo una vez los niños ya estuvieran aquí, sin embargo, como parece ser que hay una gran deuda, nos lo pidieron por anticipado y es mucho dinero a reunir", lamenta Emilio Portela, delegado de Vacaciones en Paz en la comunidad.

Con motivo de reunir los 45.000 euros necesarios para el viaje de los pequeños, la asociación Sogaps ha iniciado una campaña de recogida de fondos y ayudar así a los niños y a sus familias gallegas. "Haremos recorridos por varias playas de Galicia, que ahora es por dónde se moviliza más gente y por medio de rifas intentaremos conseguir el dinero necesario para los billetes. Sería muy doloroso que no pudiesen venir", reconoce Portela. Y es que se trataría del primer año desde 1991 que los menores saharauis no pudieran pasar sus vacaciones en Galicia. Samil ha sido el primero de estos arenales, donde miembros de la asociación y familias de acogida apelaron a la solidaridad de la gente.

Vigo es una de las ciudad gallegas en las que más niños pasan sus meses de julio y agosto; el año pasado medio centenar.

Sus familias de acogidas, o segundas familias, como prefieren denominarse, no son capaz de disimular su nerviosismo ya que el 15 de julio está cada vez más cerca. "El año pasado por estas fechas ya estaban aquí. Entonces claro, te llaman, te preguntan ¿cuándo nos vamos? y qué les dices, a mí me entra una angustia terrible", reconoce Chus Curros, que lleva cuatro años con el pequeño Adnan. Al igual que esta viguesa están Patricia Amoedo y Alfonso Rodríguez, a quien su hijo pequeño no hace más que preguntarles por sus "hermanos". "Sí que los extraña, porque le hemos dicho que vendrían y ahora lo vemos un poco más complicado. Pero tenemos confianza. Yo creo que la gente se volcará con esta iniciativa", anima el matrimonio.