Una mujer que estuvo 14 años en la extinta Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, conocida como de los 'miguelianos', aseguró ayer ante el juzgado de instrucción número uno de Tui (Pontevedra) que ella "jamás vio ninguna actitud extraña de connotaciones sexuales ni cariñosas" por parte del líder, Miguel Rosendo, hacia "ninguna de las mujeres".

Así lo communicó a Europa Press la abogada de Miguel Rosendo, María Teresa Quintana-Drake, que indicó que la mujer ha sostenido en su declaración que durante el tiempo que permaneció en el grupo, entre 1994 y 2008, "jamás vio nada extraño ni ilícito".

Tal y como ha trasladado, la mujer explicó que aunque "estaba encantada y había sido muy feliz" en la Orden, decidió abandonarla junto a su madre y su novio cuando tenía "20 y tantos años" porque "quería tener vida de juventud" y porque los contables instaron a su madre a pedir un crédito para "comprar unos terrenos en Mougás" y a prestarse como "avalista para otros fines".

Discusión por dinero

"Tuvieron una discusión, se sintió violentada y salieron ella, la madre y el novio de ella", ha apuntado la letrada, que ha asegurado que la mujer también ha mantenido que los movimientos de dinero que se realizaban en la Orden estaban a cargo "exclusivamente" del tesorero.

Por otra parte, un matrimonio supuestamente "forzado" por el líder de la extinta Orden desmintió que los matrimonios fuesen concertados y han trasladado en sus declaraciones la "normalidad" de este grupo, conocido como de los 'miguelianos', y que "lo de la secta es cinematográfico".

Así lo avanzó la defensa de Miguel, que explicó que esta pareja, que e declaró el jueves es una de las que vivía en la casa madre de Mougás y llevan unos 10 años de matrimonio.

Además, se trata de un varón y una mujer, que estuvieron "metidos en el corazón" de la Orden y, siempre según la versión de la defensa han dado mucha normalidad" y han transmitido "que eran gente normal y lo de la secta es todo de película".