El 60 % de las personas que se suicida padece depresión y, aunque el apoyo emocional podría ayudar a prevenirlo, el 75 % los suicidas no acudieron a una consulta especializada para tratar la enfermedad debido al estigma, por eso el entorno del afectado es esencial para evitarlo. Son conclusiones extraídas de una jornada organizada por las fundaciones Mapfre y Eduardo Punset para dar a conocer el perfil de las personas más vulnerables de la sociedad y los problemas que les afectan.