Los seguidores de "Juego de tronos" sabemos que el noveno capítulo es el más impactante de cada temporada y, por tanto, es el que nos provoca mayor expectación. Y los guionistas lo han vuelto a conseguir. Si tras el final de "La boda roja" nos quedamos en silencio preguntándonos por qué George R. R. Martin nos hacía sufrir así, con "La guerra de los bastardos" (título que recibe el último episodio) descubrimos que por fin hay algo de justicia en Poniente.

Advertimos a aquellos que aún no lo hayan visto que lo mejor es que paren de leer aquí, pues se encontrarán spoilers. El noveno episodio de esta sexta entrega ha sido uno de los más impresionantes de toda la serie. ¡Por fin hemos visto a los dragones en acción! Daenerys no terminaba de decidirse a desplegar su poder, pero con tres dragones adultos, un ejército de esclavos liberados y los bárbaros dothraki de su lado, la joven Targaryen se había quedado sin excusas. Y por si el ataque de Meereen hubiera sabido a poco, todavía teníamos reservado uno de los duelos más esperados: Jon contra Ramsay, nuestro bastardo favorito contra el bastardo más odiado.

La batalla por la reconquista de Invernalia ha sido un homenaje a una de las grandes sagas literarias, posteriormente adaptada al cine, de la que R. R. Martin es admirador declarado. Nos referimos por supuesto a "El señor de los anillos" de Tolkien. La soledad de Jon Snow, espada en mano, ante la caballería de los Bolton para vengar a su hermano nos recordó a Aragorn luchando por Frodo ante las puertas de Mordor. Y la oportuna llegada de las tropas del Nido de las Águilas con Meñique al frente nos hizo respirar aliviados, como ya hicimos con la aparición de Gandalf acompañado de los Jinetes de Rohan en la batalla del abismo de Helm.

Sin embargo, en esta lucha no nos han enseñado un bravo guerrero capaz de matar a cien enemigos, sino que nos han mostrado la desmitificación del héroe a través de un Jon Snow bregando por no morir asfixiado en un mar de cadáveres. Una crudeza recompensada con el final, ya que, esta vez, ha muerto quien tenía que morir. Y además devorado por sus propios perros: pura justicia poética. No obstante, todavía falta el décimo capítulo, que, con sus 69 minutos, será el más largo hasta la fecha. Quedan muchos personajes relevantes que siguen vivos, así que? ¿quién será el siguiente? Probablemente, uno de nuestros favoritos.