Amnistía Internacional (AI) exigió ayer la suspensión de las exploraciones anales para determinar la homosexualidad, práctica "aberrante" y contraria a los derechos humanos que ha quedado avalada por la justicia keniana. Los exámenes a "sospechosos" de ser homosexuales "violan la prohibición de tortura y otras clases de malos tratos" establecida por el derecho internacional, critica el director para África oriental de AI, Muthoni Wanyeki. Un fallo del Tribunal Superior de Mombasa, que desestimó ayer una demanda de inconstitucionalidad contra esta práctica presentada por dos hombres, es "inaceptable", añade. "Es una prueba absurda que viola el derecho a la privacidad, porque no es asunto del Gobierno aprobar o desaprobar las relaciones consensuadas", subraya Wanyeki, quien recuerda que estos exámenes contradicen acuerdos ratificados por Kenia, como el Pacto Internacional por los Derechos Civiles.