El visitador canónico Manuel Salcido, autor del informe que llevó al obispo de Tui-Vigo, Luis Quinteiro a destituir al líder de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, ratificó ayer en el Juzgado de Tui su contenido respecto a ritos de curanderismo y supuestos abusos sexuales. El sacerdote aportó una copia íntegra del documento, ya que al fotocopiarse en el juzgado en su día se había obviado una de las siete páginas.

La abogada Teresa Quintana-Drake, que defiende al fundador de la denominada secta de Oia, Feliciano Miguel Rosendo da Silva, restó importancia al informe y sostiene que creerlo es "un auto de fe", ya que el visitador canónico "no ha sido testigo de nada" y se limita a recoger "sin dar nombres" testimonios de personas que, asegura, habían abandonado la asociación. En cuanto a las preguntas realizadas a los adeptos, sostiene que estaban "condicionadas. Como defensa considera el informe "de una calidad y credibilidad bastante cuestionables" y entiende que no puede "dar lugar a un proceso judicial", si bien se pregunta por qué el Obispado no denunció los hechos ante la Guardia Civil.

Una opinión que no comparte la abogada de las víctimas, Ana Reguera, que ejercita la acusación particular. Esta letrada sostiene que el informe es una prueba consistente al recoger los mismos testimonios que perjudicados y afectados han ratificado después ante la juez con nombre y apellidos.

El informe encargado por la Diócesis de Tui Vigo, según Reguera, es "un testimonio más en la instrucción" y por tanto "no dio pie" a la investigación judicial. Explica que al visitador canónico no le encargaron investigar delitos, sino acciones y comportamientos que no encajarían en una asociación cristiana. Respecto a las relaciones sexuales o presuntos abusos, la letrada apunta que el visitador lo veía como "un acto inmoral": "Un sacerdote no está capacitado para calificar jurídicamente una conducta. Que sea constitutivo de delito, si hubo fuerza o la víctima tenía la voluntad anulada, se escapa del control de cualquier ciudadano de a pie".

En el Juzgado de Tui también declaró ayer por videoconferencia una pseudomonja fiel a Rosendo que trabaja en la residencia madrileña de ancianos de Bustarviejo. Negó los supuestos abusos y los comportamientos atribuidos por otros testigos a su líder. La mujer tiene previsto presentar una demanda por atentado contra su honor contra el joven que declaró que la vio en un vídeo practicando sexo con Rosendo y que había fetos en unos frascos en la finca de Oia.

El testimonio de esta adepta es "muy poco creíble", según la acusación, ya que siguió "un guión prefabricado" y negó "cosas básicas" que otros testigos, incluso adeptos de Miguel Rosendo, habían reconocido previamente.