"Nunca he sentido atracción sexual, pero sí he sentido atracción hacia otras personas; vinculada a la confianza, el apego, la amistad, la admiración o, incluso, el romanticismo. Y es que no sentir atracción sexual hacia alguien y poderte enamorar son del todo compatibles". Así lo concibe Pablo Ortiz, un joven catalán de 24 años que puso rostro a la asexualidad en un anuncio de colchones con una frase que la marca adoptó como eslogan: "La cama es el último bastión de libertad que nos queda". Pablo siempre se había sentido distinto a sus amigos respecto al tema sexual pero fue hace un año cuando descubrió el significado de asexual "y me sentí identificado". Respecto a tener una pareja, opina que "lo más importante es que cada uno sepa dónde está y cómo se siente el otro. Hablar, entenderse y respetar. En realidad, lo básico para que a una pareja le vaya bien. En mi caso, aunque no sienta atracción sexual, puedo tener sexo y podría tener una pareja que no fuera asexual", asegura.