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Angulo: "La desigualdad infantil puede hacer saltar todos nuestros sistemas"

El presidente de Unicef Comité España destacó que el 36% de los menores españoles viven en riesgo de pobreza

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Angulo, en Club FARO

"Hacer frente a las desigualdades sociales que afectan a la infancia debe ser una pieza clave en todas las políticas relacionadas con los niños y su bienestar económico, social y emocional". Así lo destacó ayer en Vigo Carmelo Angulo, presidente de Unicef Comité Español, en la conferencia que ofreció en el Club Faro.

El experto en Derecho Internacional y Derechos Humanos en las Universidades de La Haya, Luxemburgo y Estrasburgo, con una dilatada carrera diplomática y una amplia trayectoria en cooperación y desarrollo, desgranó de una forma muy didáctica el recientemente presentado "Informe Equidad para los niños. El caso de España", elaborado por Unicef.

"España se encuentra a la cola de los países más desarrollados (puesto 22 de 41) en desigualdad general de la infancia", resaltó como punto de partida. Angulo, que fue presentado por Mónica Permuy, vicepresidenta de EAPN Galicia-Red Gallega contra la Pobreza, recordó que en el conjunto de los países de la OCDE, "la diferencia entre el 10% más rico y el 10% más pobre de la población es siete veces más alta que hace 25 años y, en el caso de España la diferencia es aún mayor". Y, de todos los colectivos afectados, insistió el ponente, "los niños son el colectivo más afectado y pueden pagar las consecuencias en ocasiones de por vida". "Hace 30 años el sector más castigado era el de los mayores; hoy están protegidos por un sistema de pensiones que, durante la crisis, ha salvado a muchas familias enteras, pero hoy son los niños los más castigados", recordó, al tiempo que recordó que el descenso de las tasas de natalidad - "en unos años habrá dos millones de niños menos"- hacen que la gestión del país sea insostenible.

El informe, según explicó Angulo, evalúa temáticas como la salud, la educación, la satisfacción vital y los ingresos económicos. "El 36% de los menores españoles viven hoy en riesgo de pobreza o exclusión social, seis puntos por encima de la media. Solo cinco países, Rumanía, Bulgaria, Hungría, Grecia y Macedonia están peor, lo que significa que es una situación muy preocupante", advirtió. Y no solo por "la infelicidad, la ansiedad y el sufrimiento que determinan las vidas de esos niños, algo que debería de ser inadmisible, sino que, además, ese incremento de la desigualdad supone un lastre para el crecimiento económico y una fuente de inestabilidad social".

El presidente de Unicef España advirtió además que "aún no somos conscientes de las consecuencias que puede llegar a tener esta desigualdad, ya que puede hacer saltar los sistemas económicos y políticos", opinó.

Respecto a la educación, el experto resaltó que España "está en el puesto 12 de 41 países, lo cual no está mal, pero hay un 10% de niños que no superan las competencias básicas y pueden caer en un 'suelo pegajoso' del que puede ser difícil escapar".

En salud, prosiguió, España tampoco sale muy mal parada. "Junto con Estados Unidos, ha conseguido mejorar la dieta equilibrada y la incorporación del ejercicio físico en la vida de los niños, pero hay que resaltar que las niñas tienen peores indicadores de salud, también en España".

El peor punto del análisis en el que queda España es en los ingresos: puesto 36 de 41. "En momentos de crisis económica, además, es a los sectores más bajos a los que más les cuesta recuperarse", advirtió el presidente.

Las políticas públicas, indicó Angulo, son claves para reducir la brecha de desigualdad. "España es uno de los países que menor porcentaje de PIB dedica a la infancia y ese gasto, inversión mejor dicho, ha caído un 16%", criticó. De hecho, según el informe, España dedica a la protección de los niños y las familias un 1,4% del PIB, casi la mitad que la media y casi tres veces menos que Dinamarca, el estado más generoso con sus hijos. "La inversión en políticas de infancia del conjunto de las administraciones públicas por niño disminuyó en más de 6.300 millones de euros entre 2010 y 2103, a pesar del aumento de niveles de necesidad desde el estallido de la crisis económica. La infancia es la asignatura pendiente de España", asegura el experto.

El coloquio, que fue muy participativo, se alargó durante casi una hora, en la que el público se interesó por el valor de las aportaciones de los socios de Unicef y por las soluciones que esta institución ofrece para lograr la reducción de estas desigualdades.

"Confío en que la situación política actual impulse el debate sobre la infancia"

  • El experto bilbaíno se mostró optimista con respecto al futuro político de la protección de la infancia. "Estamos visitando a todos los partidos políticos y algunos han incluido el Pacto de Estado por la Infancia en sus programas. Tenemos nuestras expectativas puestas en la próxima legislatura y esperamos que este tema sea considerado de nuevo", apuntó Carmelo Angulo.Entre los puntos destacados de este Pacto de Estado por el que apuesta Unicef, se encuentran incrementar el salario mínimo y la prestación por hijo a cargo, instaurar un sistema de rentas mínimas garantizadas, restituir el acceso universal a la atención sanitaria y garantizar la gratuidad de la educación infantil de cero a tres años, "que es un periodo clave, aunque durante años no se le haya dado el valor que realmente tiene", destacó el ponente.Entre las medidas concretas que propone Unicef, su presidente destacó incrementar las cuantías y la cobertura de la prestación económica por hijo a cargo de los actuales 291 hasta los 1.200 euros anuales. "La idea sería comenzar con las familias que tienen menos recursos, quizás se puede comenzar con una cuantía inferior, pero hay que ir por ese camino y así se lo transmití recientemente al presidente de la Yunta", destacó el experto. En cuanto a la educación, desde Unicef apuestan por "garantizar becas al alumnado que lo necesite".Por otra parte, Angulo apuntó la importancia de elaborar un "barómetro" sobre el bienestar infantil. "Tenemos que escuchar más la voz de los niños y jóvenes y recoger de forma sistemática sus opiniones y preocupaciones; aquello del 'niño, tú no hables que no sabes' ya es pasado; necesitamos su opinión para actuar", concluyó.

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