Las muertes por melanoma, el cáncer de piel más agresivo, aumentan en Pontevedra. En sólo cinco años la cifra de fallecidos por este tumor aumentó un 40% al pasar de 17 casos en 2010 a 24 en 2014. Si el análisis se remonta a una década: en 2005 fallecieron 21 pontevedreses por esta dolencia, según los últimos datos del Instituto Nacional del Estadística. Una tendencia al alza que se mantiene en toda Galicia, donde aumentaron un 25% en cinco años, y no parece tener freno: los pontevedreses fallecidos por melanoma se incrementaron un 20% en los últimos doce meses. "Ahora, en el siglo XXI, estamos pagando los excesos y la temeridad con el sol de las últimas décadas del XX", señala el doctor Emilio del Río, miembro de la Sociedade Galega de Dermatoloxía, con motivo del Día Mundial del Melanoma. Eso sí, reconoce que las mejoras en el conocimiento de la enfermedad pueden hacer crecer las estadísticas ya que antes "quizás algunas muertes no se contabilizaban como melanomas".

La evolución de este tumor -del que se diagnostican 5.000 nuevos casos cada año en España (una media de 14 al día)- es dispar en función de la provincia gallega analizada. En números absolutos, A Coruña concentra la mitad de casos registrados en el último año analizado (39 de 78 en toda Galicia) y es la que sufrió un mayor incremento desde 2010. A continuación se sitúa Pontevedra, con 24 casos. Lugo y Ourense, sin embargo, van a contracorriente. Con diez muertes por melanoma, la cifra bajó un 9% en Lugo desde 2010 aunque subió un 66% en el último año mientras que en Ourense, que registró cinco fallecidos en 2014, la cifra bajó un 54% en el mismo periodo.

Pese a este repunte de muertes y a que la incidencia de esta patología aumenta a un ritmo de un 7% anual, los médicos lanzan un mensaje positivo a la población ya que si se diagnostica en fases precoces, la tasa de curación es superior al 95%. "Cada vez vemos más casos, pero también se detectan antes", señala Emilio del Río, quien añade: "Hay dos tipos de melanoma: los precoces que sólo afectan a la piel y que se solucionan con la extirpación y los que están en estado avanzado, con metástasis. En estos casos hasta hace poco era imposible detener su avance, pero hoy existen armas, tratamiento para intentarlo".

Los especialistas recuerdan que el cáncer de piel llega por "abusar de la exposición al sol" de forma continuada y que puede producirse a cualquier edad. Eso sí, desde la Academia Española de Dermatología afirman que hay gente más predispuesta o con mayor riesgo: quienes no se broncean con facilidad, tienen la piel blanca o superan los cien lunares.

Por ello, recomiendan "sensatez" en el consumo de sol -evitar la exposición en las horas centrales del día y usar protectores adecuados- así como revisar de forma periódica los lunares para detectar cualquier anomalía. "Hay dos reglas muy sencillas que nos pueden poner en alerta sobre un posible melanoma: la de ABCD y la del patito feo", señala Del Río. La primera consiste en consultar con un dermatólogo cualquier lunar que sea asimétrico, con borde irregular, de varios colores y con un diámetro superior a 6 mm mientras que la segunda aboga por desconfiar de aquel lunar que es totalmente diferente a los del resto del cuerpo. "Si una persona tiene muchos lunares y hay uno totalmente distinto, conviene consultarlo", indica el dermatólogo Emilio del Río, quien reconoce que "muchos son falsos melanomas, es decir, se consultan y al final son lunares buenos, pero ante la duda conviene acudir al médico".