La moda de las camisetas en gallego fue un boom años atrás pero la crisis pasó y echó la mano al cuello obligando al cierre a firmas como Caramuxo o Camisetas de once varas mientras otras como Aduaneiros sen fronteiras pararon por amenazas judiciales, aunque ese es otro relato del pasado. En la historia presente, firmas como Rei Zentolo, Nikis Galicia, Lobisome, Chambras u O Bicho luchan -cada una con su concepto y posibilidades- por tener su espacio en el mercado en el que venden tanto en tiendas físicas como en internet llegando, en algunos casos, sus creaciones al extranjero de la mano, principalmente, de la colonia gallega.

Abriendo el baúl de los recuerdos Rei Zentolo aparece como la marca de referencia, haciendo soñar con un Kukuxumusu (la famosa empresa de camisetas y otros objetos vasca) a la gallega. Los hermanos fundadores, Pablo y Salva Centolo, reconocen que el espejo en el que pretendían mirarse era, precisamente, el de la firma euskera cuando crearon su compañía que, en el próximo 2017, cumplirá 15 años.

Salva y Pablo Centolo, de Rei Zentolo. // Adrián Irago

Sus primeros pasos no fueron en los San Fermines sino por festivales de música vendiendo camisetas de su creación cuando eran estudiantes de Bellas Artes e Historia del Arte hasta que se dieron cuenta de que la profesionalización era "imprescindible". Tenían que crear una empresa. Poco a poco fueron montando su armazón llegando a vender camisetas en gallego en Galicia, Barcelona, Madrid, Ibiza y Bilbao. "Nos apoyábamos mucho en las colonias de gallegos. Todos esos gallegos desaparecieron del paro porque marcharon incluso de Madrid a Europa a trabajar donde podían. Bajó mucho el comercio, muchas tiendas se cerraron y nos encontramos con un stock brutal. Ahí, recapacitamos y nos dimos cuenta de que lo que hacíamos era diseño más que una camiseta o taza. Entonces, empezamos a trabajar mucho para campañas de imagen de empresas, cartelería... y ahora mismo es más del 50% de nuestro trabajo", explica Pablo Centolo.

Los dos hermanos conversan y haciendo memoria señalan que "cuando comenzamos, no había marcas con camisetas en gallego. Después, salieron Aduaneiros sen fronteiras, Camisetas de once varas, Caramuxo". No se les puede llevar la contraria cuando apuntan que "lo de estas prendas en gallego fue un bombazo, fue pasar de cero a cien en un año". Para comprender mejor ese cambio tan radical, Pablo Centolo recuerda cómo "en la primera tanda de unidades que sacamos, les ofrecimos las camisetas a 40 tiendas en Santiago. Todas dijeron: 'No, las camisetas en gallego no se venden'. Solo una nos pilló unas cuantas en depósito. Era de un argentino y estaba al lado de As Crechas" y hoy en día ya no existe.

David Blanco, gerente de Nikis Galicia, empresa con tiendas físicas creada en 2012, también recuerda los díficiles inicios de la camiseta en gallego: "Quien no quería comprarlas eran los tenderos, no los clientes. El dueño no creía que fuese un producto con salida. No había oferta disponible, por lo tanto, no había demanda".

Autodidacta, Blanco se inició en el mundo de las camisetas con 19 años de edad realizándolas de forma artesanal a partir de 1994. Desde entonces, dio muchas vueltas hasta que se fue asentando y con su equipo decidió crear Nikis Galicia, cuya primera tienda abrió en Compostela. Hoy en día, esta empresa con sede en O Grove, dispone de cinco tiendas propias y dos en franquicia en Galicia además de vender por internet llegando sus creaciones a Estados Unidos, México, Londres, Francia o Suiza, según los datos facilitados por Blanco quien recuerda que el inicio de la firma fue duro al arrancar la actividad durante la crisis.

Luis Dávila, con algunos de sus diseños para camisetas. // G. Núñez

Con ellos, bajo su paraguas, también se inició en la ilustración de camisetas el dibujante de FARO DE VIGO Luis Davila que ha llevado sus personajes a muchos armarios de Galicia. "La gente me pedía que hiciese camisetas y están teniendo muy buena acogida. Llevan dos años y medio en el mercado y las renovamos en la temporada de verano y Navidad ya que mucha gente las compra para regalos. Andando por la calle, me he encontrado muchas puestas y me gusta verlas. Creo que hay un público con el que funciona muy bien, gente que disfruta llevando la retranca gallega en el pecho", opina.

Nikis se encarga de todo el proceso: diseño, estampación y venta en tiendas propias y a través de internet. Lo mismo hace Rei Zentolo que acaba de mudar su cuartel general a Vigo donde ha concentrado la sede de las oficinas, diseño, serigrafía y almacén, antes desperdigados entre Pontevedra, Porriño y la ciudad olívica. El cambio se debe a que "las otras instalaciones se estaban quedando pequeñas y había que crecer", explica Pablo Centolo.

En la actualidad, la marca -que ya vende como propios diseños de la desaparecida Caramuxo tras un acuerdo comercial- dispone de nueve franquicias o tiendas propias además de 25 corners o espacios propios dentro de otras tiendas multiproducto en Galicia y Madrid. "Ahora empezaremos a ampliarnos al resto de España. Desde este mes, estaremos en las FNAC del país, lo que a nivel de marca es bastante importante", añade el diseñador.

Otis, de Lobisome en su tienda. // Brais Lorenzo

Quien no tiene previsto expandirse es Lobisome, de Ourense. Nacida en 2005, triunfó en un inicio con la camiseta con el lema en pop art "Éche o que hai". Otis, Juan Carlos Rodríguez, uno de sus responsables, cree que "triunfó por la sencillez". Hoy en día, la empresa dispone de una tienda propia en la cidade de As Burgas y vende a través de su web y en tiendas multimarca en Galicia. Parte de sus camisetas -cuyos dibujos son de Manuel Caride conde- se han ido a clientes de Reino Unido o América."La gente de fuera aprecia más este tipo de cosas, lo echa más de menos", opina Otis quien ve futuro a un negocio "muy asentado. Hay un mercado que demanda estos productos. Yo le veo futuro".