La biografía de James Nachtwey (Siracusa, Nueva York, 1948) coincide casi al milímetro con los múltiples conflictos en los que se ha embarcado la Humanidad en los últimos cuarenta años. Nachtwey, fotógrafo de guerra, testigo del horror en blanco y negro, ganó ayer el premio "Princesa de Asturias" de Comunicación y Humanidades.

Para el jurado, Nachtwey, "considerado uno de los mejores reporteros gráficos de guerra de las últimas décadas", ha cubierto una treintena de conflictos bélicos y crisis humanitarias "sin abdicar de los principios éticos del informador ni maquillar el dictamen de la cámara" y como "lúcido testigo del sufrimiento humano".

Ha trabajado en primera línea en las guerras de Irak y Afganistán, cubierto las matanzas en Sudán, Somalia, el Congo y Ruanda; los conflictos en Irlanda y Sudáfrica; la carnicería fratricida de los Balcanes y la guerra larvada y eterna de Oriente Medio. Retrató la pobreza iberoamericana, la revolución chechena y el caos de Haití. Viene de vivir la tragedia de los refugiados en las islas griegas. Habla poco, pero a pesar de ese navegar por el dolor, aún es capaz de sonreír.

Desde Hannover, pequeña localidad del Estado norteamericano de New Hampshire, un James Nachtwey que se reconocía "desbordado por los mensajes de felicitación y la fuerza mediática del premio", aseguraba sentirse "muy honrado" por "estar en compañía de tantas personalidades y organizaciones sobresalientes que han sido fuente de inspiración e influencia tanto para mí como para millones de personas".

"La misión de los fotoperiodistas es visibilizar el sufrimiento y dar voz a los sin voz. Y eso James Nachtwey lo hace mejor que nadie". Emilio Morenatti, fotoperiodista de guerra, miembro del jurado de Comunicación y Humanidades y principal valedor de la candidatura de Nachtwey, estaba ayer feliz porque el galardón supone "un guiño al periodismo" y porque es ocasión para traer a Asturias "a una leyenda viva, el referente que nos ha iluminado a todos en esta profesión".

Un icono y un maestro del oficio. Así lo definió el presidente del jurado, Víctor García de la Concha, quien recordó que James Nachtwey había sido finalista el pasado año.