Internet está demostrando ser una valiosa herramienta en las aulas, ya que permite acceder a cualquier información con un simple clic y resulta especialmente atractivo para la "generación digital". En Galicia, 120 centros públicos de educación Primaria y de la ESO -42 de la provincia de Pontevedra, 34 de A Coruña, 12 de Lugo y 9 de Ourense -participan en el proyecto experimental Educación Digital E-Dixgal de la Consellería de Educación, cuyo objetivo es incorporar materiales digitales en todas las materias de 5º y 6º de educación Primaria y 1º de la ESO. Este programa comenzó en el curso 2014-2015 con 84 centros, a los que este se sumaron otros veinte, y según la consellería de Educación, está previsto que para el próximo llegue ya a cerca de 6.000 alumnos de estos tres cursos.
"Las nuevas tecnologías e internet vienen para quedarse", asevera Ana María Piñeiro Soto, coordinadora de Nuevas Tecnologías del CEIP Frian-Teis de Vigo, uno de los centros que participa en E-Dixgal. Para esta profesora, una de las ventajas que tiene impartir clase con medios digitales frente al papel es que resultan más atractivos para los escolares.
"Los chavales están muy familiarizados con el medio; es su mundo, y les gusta más mirar un mapa por Google que el atlas del libro", asegura. Pero si se apuesta por el aula virtual, Piñeiro entiende que esta tiene que estar acompañada por otros cambios. "Ahora tuvieron que hacer el examen de reválida y no fue digital. Creo que hay cosas que tienen que cambiar", apunta. Otros aspectos necesitan ser mejorados, asegura, como el acceso de alta velocidad a internet. Precisamente la semana pasada, llegaba la fibra óptica a este centro, Premio Nacional de Educación 2013, que espera en breve poder disfrutar de 200 megas para navegar. "Con 8 que tenemos, hay días que los ordenadores van lentísimos", afirma.
Para Piñeiro, llevar el curso en el ordenador conlleva muchísimas ventajas para el alumno, como la posibilidad de mantenerse al día de lo que se hace en clase en caso de que tenga que faltar al colegio. "Una de las cosas que nos aporta es un entorno virtual de aprendizaje. Así, si el alumno no puede asistir puede saber qué hacemos y qué tiene que hacer él", explica.
También obliga a alumno y profesor a trabajar más. "Al alumno porque tiene que buscar información, seleccionarla y resumirla. Esto ya lo hacen en libretas convencionales de papel. Y para nosotros porque al no trabajar con un libro, nos obliga a preparar las clases de otra manera, ya que no se trabaja por temario, sino por proyectos", explica.
Como inconveniente, la profesora destaca la falta de familiaridad con el medio de muchos padres, que reconocen sentirse incapaces de ayudar a sus hijos sin tener un libro de texto delante. Sin embargo, añade que la gran mayoría coge confianza en cuento se le da unas nociones básicas de cómo funciona el entorno virtual. "Mucha gente cree también que los ordenadores son algo muy individualista, pero para nada. Nosotros desarrollamos trabajos corporativos, donde cuatro niños trabajan compartiendo un ordenador, con la ventaja de que si uno un día no viene, puede seguir el progreso desde casa", insiste.
El paso previo a E-Dixgal fue el proyecto Abalar, en marcha desde 2010 con la finalidad de mejorar la conectividad de los centros educativos, la digitalización de las aulas, la transformación del libro en papel a contenidos digitales (E-Dixgal) y el desarrollo de herramientas de comunicación entre los miembros de la comunidad educativa. Formar parte de la red Abalar es, de hecho, uno de los requisitos para participar en E-Dixgal.
Según Educación, este curso se acaba de completar la digitalización de todas las aulas de 5º y 6º de Primaria y de 1º, 2º, 3º y 4º de la ESO y Bachillerato. De esta forma, 120.000 alumnos y 6.000 aulas de cerca de 900 centros públicos cuentan al menos con un kit de aula digital, compuesto por encerado digital interatico, vídeo proyector, ordenador portátil para el profesor, y conectividad del aula.
