Steven Spielberg llenó ayer de fantasía la alfombra roja de Cannes con su último estreno "The BFG", un viaje a la magia y a los recuerdos de la niñez gracias al gran gigante bonachón que creó Roald Dahl. El genio estadounidense llegó de la mano de su inseparable esposa, Kate Capshaw, y se mostró especialmente atento con Ruby Barnhill, la niña de 11 años que protagoniza su película y con quien se comportó como un atento abuelo.

Hace solo tres años, Spielberg subía los escalones de la alfombra roja que llevan a la gran sala Lumière, como presidente del jurado que dio la Palma de Oro a "La vida de Adele". En esta ocasión, el cineasta confesaba sentirse "algo más ansioso" que entonces, al tratarse de la presentación mundial de su película.

Como parte del elenco, la británica Rebecca Hall aseguró que ser dirigida por Spielberg es muy fácil, ya que "sabe cómo hacer funcionar la magia".