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María Climent: "Un año después, hay zonas que están igual que el día del terremoto"

La ONG que dirige, SOS Himalaya-Fundación Iñaki Ochoa de Olza, está reconstruyendo varias aldeas sepultadas tras el devastador seísmo ocurrido el 25 de abril de 2015

La cooperante María Climent fue presentada por Carlos Garrido. // Adrián Irago

Hace un año, un día como ayer la tierra sacudía el corazón de Nepal. Lo hizo con tanta intensidad que desplazó hasta seis metros la cordillera del Himalaya. La comunidad internacional se volcó con el pueblo nepalí, que apenas podía enterrar a sus muertos entre las réplicas del terremoto. "Un año después, muchas zonas están igual que ese día. No se ha hecho nada. La ayuda nunca llegó a las zonas afectadas", aseguró ayer María Climent, directora de SOS Himalaya-Fundación Iñaki Ochoa de Olza en el Club Faro. Y no es que el gobierno nepalí no recibiese ayudas económicas de otros países. "Simplemente no las destina a quienes la necesitan. Por desgracia, en Nepal hay mucha corrupción", se lamentó la cooperante española, que ayer explicó cuál es la realidad del país un año después en la ponencia "Nepal, un año después del terremoto. La efectiva ayuda de una ONG" que impartió en el Club Faro.

Presentó a la conferenciante Carlos Garrido, presidente del Club Peña Trevinca Montañeiros de Galicia, colectivo que ha conseguido para esta ONG cerca de 11.000 euros, una ayuda que Climent agradeció públicamente: "A mí me felicitan por el trabajo que hacemos allí, pero sin personas como vosotros, nuestro trabajo no sería posible".

Y es que, 365 días después del violento seísmo, aún queda mucho por hacer en el país. Climent detalló uno de los proyectos en los que trabaja la organización en estos momentos, en colaboración con el campeón del mundo de carreras por montaña, el español Kilian Jornet, consistente en la repoblación del valle de Langtang, que quedó sepultado bajo toneladas de rocas y lodo.

La ONG reconstruirá allí 116 viviendas en seis aldeas distintas, dando empleo a nepalíes. Ya ha transportado el material de construcción hasta esta montaña, una tarea para la que ha contado con la colaboración del Gobierno de Reino Unido, que ha asumido dos terceras parte del coste de los helicópteros que transportaron este material, y los próximos días comenzarán las tareas de limpieza de la zona.

Pero este no es el único proyecto que realiza en el considerado "el techo del mundo". Climent llegó a Galicia tras visitar la zona remota de Makalu, donde junto con el montañero y médico Jorge Egocheaga, montaron el campamento médico que el año pasado el terremoto dejó en el aire. "El terremoto dio un giro de 360 grados a nuestro viaje", aseguró. Eran las once de la mañana y se encontraban en el aeropuerto de Kamandú, esperando el vuelo que tenía que llevarlos hasta allí, y que llegaba con retraso. Era el primer terremoto que vivía María Climent, que relató como no podía dejar de mirar el gesto de miedo de Mingma, su intérprete y colaborador nepalí. La expedición de SOS Himalaya, que apenas había llegado al país con un cargamento de algo más de cien kilos de medicinas, consiguió salir al exterior en la carrera más veloz que jamás hizo Climent, según la propia protagonista. "La tierra era un barco", relató. Tras cuatro horas en el aeropuerto, aislados del resto del mundo, pudieron volver al centro de la ciudad.

"Los cuatro días siguientes, fueron un caos", dijo. Con réplicas prácticamente cada dos horas, los nepalíes vivían mirando el suelo. "Tardamos varios días en darnos cuenta de la situación real. Aún no habían llegado los equipos de rescate y los hospitales estaban desbordadas. Nosotros nos íbamos a las ocho de la mañana y hasta las seis, hora en que se iba la luz natural, estábamos atendiendo a gente", recordó Climent, que añadió: "Somos una organización modesta, pero estamos muy orgullosos de haber podido ayudar al pueblo nepalí y creo que, aunque no tenemos el presupuesto de otras ONG, hemos hecho proyectos importantes".

Otros dos de los proyectos que planea ejecutar SOS Himalaya son la construcción de un centro que albergue a diez o doce niños de distintas aldeas para darles formación; y un edificio médico en Makalu, para que los habitantes de esta zona puedan tener un médico o un profesional sanitario los 365 días del año. "Puede parecer increíble, pero cuando fuimos había personas que no habían visto un médico en su vida porque son tan pobres que no pueden pagarse lo que cuesta el autobús hasta Kamandú", explicó.

Pero para poder hacer realidad este proyecto, la organización necesita el apoyo de una gran empresa, según Climent. "¿Alguien conoce a Amancio Ortega? -preguntó la directora de SOS Himalaya al auditorio- Porque para él 200.000 0 300.000 euros no es nada y con ese dinero se puede ayudar a tanta gente en Nepal. Encontrar un colaborador económico es la meta que se marca ahora SOS Himalaya.

"Hacemos proyectos que nos sobrevivan"

  • SOS Himalaya-Fundación Iñaki Ochoa de Olza es una organización sin ánimo de lucro fundada en 2008 por familiares y amigos del alpinista navarro Iñaki Ochoa de Olza, fallecido mientras escalaba el Annapurna, ese mismo año. Uno de los sueños del alpinista cuando completara los catorce ochomiles era devolver a los más desfavorecidos de Nepal todo lo que le habían dado a él. Para cumplir este deseo nació esta ONG."Los que conocéis Nepal sabéis como son los nepalíes, lo hospitalarios que son. Iñaki quería devolverles lo que habían hecho por él, lo que le dieron durante los veinte años que estuvo haciendo campañas allí", explicó María Climent.En 2008 comenzó a trabajar en el país y tras el terremoto de abril del pasado año, la ONG se centró en trabajos de reconstrucción del país, que un año después aún no se ha recuperado de la tragedia y continúa necesitando los servicios más básicos. En este sentido, SOS Himalaya-Fundación Iñaki Ochoa de Olza ha reconstruido escuelas derrumbada por la fuerte sacudida de tierra, y también viviendas y ha comprado parcelas para ampliar centros educativos.La filosofía de trabajo de esta fundación es desarrollar proyectos pequeños, de modo que si la entidad deja de funcionar, estos puedan sobrevivir a su desaparición. "No sabemos cuánto tiempo duraremos. Hace dos años estuvimos a punto de cerrar, pero al final nos llegó una ayuda y aquí seguimos. Pero por si acaso, hacemos proyectos que sean sostenibles, que no dependan de que nosotros estemos o no, proyectos que nos sobrevivan", explicó.Los presupuestos de cada uno de los proyectos están detallados en su página web. En este sentido, Climent aseguró que se trata de una ONG absolutamente transparente.

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