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Jesús Souza: "La historia del clima del planeta está reflejada en la Antártida"

"Este continente es un laboratorio natural donde se dan fenómenos únicos, como el gigantismo de las especies marinas", afirma el director de la estación de Toralla

Jesús Souza Troncoso (derecha) y José Luis Vázquez López, ayer. // Marta G. Brea

¿Cómo es posible que en un continente donde las temperaturas pueden alcanzar los 90 grados bajo cero pueda haber vida? Jesús Souza Troncoso, catedrático de Zoología de la Universidad de Vigo y director de la Estación de Ciencias Marinas de Toralla (ECIMAT), respondió ayer a esta pregunta en el Club Faro con una frase muy sencilla: "La vida siempre busca su camino" y advirtió de que, en caso de en el planeta se alcanzasen condiciones extremas, el hombre estaría en desventaja respecto a muchos otros animales y organismos, fisiológicamente mejor preparados para sobrevivir a condiciones extremas, como los que viven en el continente helado.

Souza Troncoso, director de ECIMAT desde hace un año, explicó el funcionamiento y el trabajo que se desarrolla en este centro de investigación, perteneciente a la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Vigo, y habló de su experiencia en la Antártida, donde ha estado en cuatro ocasiones. La última vez fue este mismo año, ya que es uno de los investigadores que participó en el proyecto que lidera otro profesor de la Universidad de Vigo, Mariano Lastra, en la base militar española Gabriel de Castilla, en la isla Decepción. Este proyecto de investigación consiste en estudiar la tasa de degradación de las algas en sedimentos intermareales y su impacto en los procesos ecológicos y biogeoquímicos asociados a la zona, un proyecto muy vinculado al cambio climático.

Con un lenguaje ameno y apoyándose en fotografías y vídeos, el catedrático de zoología explicó en su ponencia-proyección, "La Antártida, un laboratorio natural: celebrando los diez años de ECIMAT", en qué consiste esta investigación y cómo simularon el aumento de temperatura previsto para los próximos cincuenta años -entre 0,5 y 1,5 grados- para ver la tasa de descomposición de estas algas.

El investigador expresó su preocupación por el calentamiento global, cuyos efectos son visibles ya en el continente helado, una especie de espejo de lo que sucede en el resto del planeta. "La historia del clima y de los grandes acontecimientos naturales están reflejados en la Antártida", afirmó el investigador, que añadió: "El planeta es un todo".

Souza calificó de espectacular la isla Decepción donde está ubicada la base española Gabriel de Castilla, una caldera volcánica hundida, "cuya erupción se espera para ayer", dijo, y donde los investigadores se ven sometidos a condiciones extremas. "En la Antártida, la cooperación entre países es lo más importante", subrayó.

Para este investigador, la Antártida es un gran laboratorio natural, donde se dan fenómenos únicos en el planeta, como el gigantismo de las especies marinas, que muchos investigadores explican como una estrategia evolutiva de las especies para evitar la congelación, según Souza.

Asimismo, destacó la riqueza de la fauna y flora de la Antártida, especialmente en invertebrados, y mostró imágenes de algunas de las especies que viven en ella, como los pingüinos, las focas, los osos marinos, las orcas y las ballenas.

Durante las campañas en la Antártida, los investigadores vigueses han catalogado tres especies de invertebrados nuevas para la ciencia: Antimargarita bentardi, Antimargarita powelli y Zeidora antarctic, y Souza se muestra convencido de que a 4.000 metros bajo tierra, la Antártida cobija formas de vida nunca conocidas.

Para llegar a esta parte del planeta, situada a 13.000 kilómetros de Galicia, el "Hespérides", el buque oceanográfico donde viajan las expediciones españolas al Polo Sur, tienen que atravesar el Paso de Drake-mar de Hoces -este último en memoria de otro marino español, Francisco de Hoces-, mil metros que separan el continente americano de la Antártida pero que es "el mar más peligroso del planeta", dijo Souza. "Los ingleses supieron mejor que nosotros vender los nombres", comentó.

Souza también esbozó la historia del descubrimiento de la Antártida y recordó que antes de que Smith desembarcara en 1819 en lel archipiélago de Shetland del Sur y lo conquistara para la corona de Inglaterra, un español, Gabriel de Castilla, sobrino del gobernador de Perú, llegó al continente helado. Era el año 1603. Y citó también la trágica historia del "San Telmo", el navío construido en Ferrol que sobrevivió a la batalla de Trafalgar y que terminó sus días en la isla de Livingston, en las Shetland del Sur. En esta isla está situada la otra base española, la Juan Carlos I, la primera que montó España en el continente helado, en 1989.

José Luis Vázquez López, presidente del lnstituto Cultura, Ciencia y Tecnología (ICCT) y director de la revista "Investigación" fue el encargado de presentar al ponente de ayer del Club Faro.

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