La abogada de Miguel Rosendo, María Teresa Quintana-Drake, llegó esta mañana al juzgado de Tui para continuar con la toma de declaración a testigos y perjudicados por el 'caso de los miguelianos'. Recordó que Rosendo está en el centro penitenciario de A Lama y se encuentra "destrozado". Afirmó que es una persona "inocente" y que dentro de prisión existen unos "códigos" entre los propios presos y, como consecuencia, "lo está pasando muy mal".

Incidió en que a Miguel Rosendo se le realizó la "peor acusación que se le puede hacer a una persona cuando es falsa" e insistió en que sus condiciones de vida son "al límite, muy duras y se refugia en Dios". En cuanto a la rutina diaria del que fue líder de la Orden y Mandato de San Miguel, explicó que realiza talleres y "ayuda a otros presos aunque algunos tienen precaución".

Además, critica a la acusación por "decir cosas que no son ciertas" y recordó que algunas de las monjas salieron al paso para declarar en favor a Miguel Rosendo. Hoy se prevé que declare una persona que participaba en eventos y retiros espirituales que realizaban 'los miguelianos'.

La defensa sostiene que no existen pruebas de los abusos

La letrada de Rosendo ha asegurado hoy que en el sumario de la causa no existen pruebas de cargo ni indicios de abusos sexuales por los que su cliente está en prisión desde diciembre de 2014.

En la causa hay una decena de personas investigadas por los supuestos delitos de asociación ilícita, contra la Hacienda Pública y abuso sexual, éste último solo respecto a Miguel Rosendo.

Su abogada, María Teresa Quintana-Drake, que también representa a Ivana Lima y Marta Paz, dos pseudomonjas -no fueron consagradas por la Iglesia- de la orden, ha señalado a las puertas de los juzgados de Tui (Pontevedra), donde hoy se retoman las declaraciones de testigos y afectados, que muchas de las denuncias son de oídas.

Ha incidido en que posibles víctimas "de primera mano" de abusos sexuales por parte de Miguel Rosendo "son tres", y en que la mayoría de denuncias son de personas a las que "les han contado una historia que sus hijas, mayores de edad, no ratifican".

La abogada de la defensa ha señalado que las supuestas víctimas han ido modificando su testimonio respecto a las agresiones sexuales en vista de los informes periciales de tres forenses de Madrid, y que sus denuncias iniciales se han ido "desmoronando". También ha apuntado que a partir de septiembre de 2015 han ido apareciendo otros testimonios que "han dado un giro al inicio de estas denuncias".

Quintana-Drake ha justificado todos estos meses de "silencio" desde que se produjeron las detenciones del líder de los miguelianos y de algunos de sus más fieles seguidores en que estaba a la espera de ver si había "indicios racionales de las actividades que le imputan".

Tras levantarse el secreto de sumario y acceder al mismo, ha concluido que, respecto a los abusos sexuales que se le imputan a su cliente, "testigos de referencia hay muchos, pero no hay pruebas".

Ha indicado que su cliente está "destrozado", porque la de abusos sexuales es "la peor acusación que se le puede hacer a alguien, más si es falsa", y que su vida en prisión está siendo "muy dura", dado que existen "unos códigos carcelarios" de repulsa hacia este tipo de acciones.

La abogada ha abundado en que Miguel Rosendo "sufrió problemas, sobre todo al principio" de su estancia en prisión, y que la cosa ha vuelto a ponerse "muy desagradable" con el regreso a las portadas del caso de la presunta secta de Oia.

Quintana-Drake, para quien la causa responde a "una trama", ha justificado también que algunas pseudomonjas, supuestas víctimas de los abusos, hayan salido a la palestra para dar su versión de los hechos, y de hecho entiende que "bastante poco han dicho".

La Orden y Mandato de San Miguel Arcángel fue reconocida por la Diócesis católica de Tui-Vigo en julio de 2009 como asociación pública de fieles con derecho diocesano. La Diócesis tuvo conocimiento de unas supuestas "irregularidades" en diciembre de 2012 y para comprobar su veracidad nombró a un visitador canónico.

En su informe se basó la decisión de la Iglesia de apartar cautelarmente a Miguel Rosendo por razones de su "conducta moral", y no fue hasta que el escándalo de la secta de los miguelianos que retiró su apoyo a esta organización y a su derivada, llamada Serviam, que se había establecido en Madrid.

Hasta que fue suspendida, esta orden, que tuvo su centro neurálgico en Oia (Pontevedra) cobró notoriedad por actuar uno de sus coros ante el Papa Benedicto XVI en las Jornadas Mundiales de la Juventud en Madrid.