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LA ESPUMA DE LAS HORAS

El "tercer concierto" de Miles Davis

Un "biopic" recrea los cinco años en que el trompetista, sumido en las drogas, el alcohol y el sexo, desapareció

Don Cheadle encarna a Miles Davis en "Miles Ahead" (2015).

Miles Davis era el epítome del éxito; un rey de la música con una corte de mujeres a su alrededor que nadie ha igualado, ingresaba grandes sumas de dinero y su vida parecía un cuento de hadas. Pero de repente en los últimos cinco años de la década de los setenta inició un descenso a los infiernos.

En 1976, hace ahora cuarenta años, se encontraba cuesta abajo: había dejado de tocar al percibir que no podía hacerlo dos semanas seguidas en un club sin tener que acudir al hospital. Bebía cantidades ingentes de alcohol, esnifaba sin parar y follaba la noche entera. La música, claro, resultaba incompatible con todo eso. Él mismo recordaba lo que Artie Shaw le había dicho una vez. "Miles, no puedes tocar ese tercer concierto en la cama". Se refería, creyó entender Davis algo después, a que si das dos conciertos al día y estás haciendo todas las demás cosas, el tercer concierto tendrías que tocarlo dormido, no con polvos rápidos y a ciegas, porque estarás exhausto. En aquel período destructivo de su vida, Davis tuvo tantas mujeres que perdía la pista de la mayoría de ellas: por no recordar ni retenía sus nombres. Estaban con él una noche, se marchaban al día siguiente y ahí acababa la historia. A veces, se acostaba con más de una, otras prefería contemplar como se excitaban entre sí. Llegó a decir que amaba a las mujeres con exceso y que las necesitaba para vibrar. Las drogas, esencialmente la cocaína, tuvieron que ver mucho en ello.

Don Cheadle, actor y director, nominado al Oscar en 2004 por "Hotel Rwanda", trabajó con Steve Beigelman en un guion que ha dado como resultado la película "Miles Ahead", que viene a representar todo lo que se puede investigar sobre la vida de una persona interesándose en lo que pasó y también en lo que jamás sucedió. Un biopic que en realidad no lo es sobre el hombre que creó "Kind of Blue", un álbum que ha vendido millones de copias en todo el mundo y que se ha convertido con el paso de los años en una de las obras maestras más rentables del jazz, por no decir la más rentable de todas.

Miles, desaparecido durante cinco años, obtuvo del sello Columbia como respuesta un reproductor de trompeta para intentar llenar el vacío que dejó. Estuvo encerrado por incumplir como padre el pago de la manuntención de su hijo Erin. Le dispararon en Brooklyn. Sufrió una paranoia que le hizo abandonar su coche en plena West End Avenue al confundir unos copos de nieve en el compartimento de la puerta con cocaína, que pensó había sacado de casa. Él mismo cuenta en la autobiografía de 1989 de Quincy Troupe y publicada por Alba diez años después algunas de las anécdotas que ayudan a explicar por qué no cogió la trompeta entre 1975 y 1980. Sin arrepentirse de ello, según sus propias palabras. Una vez se encontró a una mujer en el ascensor del edificio donde vivía pensando que se hallaba a bordo de su Ferrari y le dijo: "¡Zorra! ¿Qué coño haces en mi coche?". La golpeó y salió corriendo. Es el tipo de cosas que la droga empuja a hacer. La mujer dio parte a la policía y ésta lo detuvo y lo encerró en la loquería del Hospital Roosevelt durante días antes de ponerlo en libertad.

Uno de sus proveedores de coca era otra mujer blanca que en una ocasión se negó a venderle droga al no llevar dinero encima. Davis se hallaba en el domicilio de ella esperando que entendiera que siempre le había pagado y que por una vez necesitaba que le fiase. Trató de convencerla y no cedió, sólo lo hizo in extremis coincidiendo con que su novio subía en ese momento a verla. Miles se acostó en su cama y empezó a desnudarse. "Me quedé donde estaba con el cipote en una mano y la otra tendida esperando recibir la mercancía". Cuando las puertas del ascensor se abrieron y salió, con la coca encima, el novio pasó junto a él mirándolo de manera rara y preguntándose hasta qué punto el negrito se había follado a su mujer.

Un día se cansó de toda aquella mierda. Colocó por todo su apartamento las fotos de Bird, Trane, Dizzy, sus viejos amigos y empezó a creer que había llegado el momento de regresar. Y regresó.

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