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Martín Curty: "La ría de Vigo fue base de submarinos alemanes en la II Guerra Mundial"

"La llegada de un submarino remolcado por pesqueros de Bouzas y a plena luz del día en 1943 fue omitida", destacó el doctor en Arquitectura y miembro fundador del Instituto de Estudios Vigueses

Público asistente a la conferencia coloquio de Club FARO en el auditorio del Areal. // J. Lores

"Vigo fue un frente de guerra: del wolframio, del cable inglés contra el alemán y un nido de espías; así como la ría sirvió de base de submarinos alemanes durante toda la II Guerra Mundial", aseguró ayer en el Club FARO el doctor en Arquitectura y miembro fundador del Instituto de Estudios Vigueses, José Antonio Martín Curty, que citó fuentes documentales e incluso la premiada película alemana "Das Boot" (El Submarino). Se refirió a la llegada a Vigo en 1943 de un submarino alemán que pasó prácticamente inadvertida. El arquitecto desarrolló una conferencia sobre "La prensa de Vigo en la II Guerra Mundial" -objeto del segundo tomo de la trilogía "Vigo y la II Guerra Mundial"- y fue presentado por el periodista de FARO Fernando Franco, que destacó su 'beatlemanía' desde la juventud y desnudó aspectos más desconocidos del arquitecto vigués, como su hábito de escribir mientras viaja en tren. Curty trabaja desde hace años con el historiador Antonio Giráldez Lomba en la citada obra, que verá la luz próximamente y cuyas principales claves ilustró ayer con recortes y fotografías de prensa ante un auditorio lleno.

"Durante la mañana del siete de septiembre de 1943 se produjo el espectáculo inusual de que un submarino alemán entró arrastrado por pesqueros de Bouzas, a plena luz del día y provocando intensas disputas diplomáticas. Está perfectamente documentado en el Ministerio de Asuntos Exteriores pero fue omitido en la prensa local", alegó Curty. Según sus averiguaciones, el submarino había sido atacado en la boca de la ría por un avión antisubmarino británico. "La ahora bien documentada intervención de nuestra ciudad como base de apoyo a los submarinos alemanes en el marco de lo que conocemos como la Batalla del Atlántico fue totalmente ignorada", documenta el experto. Su averiguación analiza el modo en que la prensa planteó el relato desde los primeros movimientos de Hitler, en 1935, hasta la derrota de los totalitarismos en 1945.

"La influencia de la llamada 'Prensa del movimiento' ["El Pueblo Gallego"] y la notoriedad de la colonia alemana en Vigo determinaron el carácter extremo de la información que se dio a los vigueses sobre la Segunda Guerra Mundial en dicho medio, ocultando los sucesos bélicos que acontecían en la ría y en los accesos en la misma", indica Curty.

Documentación

Para elaborar su investigación, ha analizado cerca de 20.000 páginas de prensa, principalmente de "El Pueblo Gallego" y Faro de Vigo, aunque su estudio incluye también las publicaciones internacionales que podían adquirirse -por cauces diversos- en Vigo durante los años de la gran contienda, como la alemana "Signal" o "Hazañas" y "En guardia".

"Constituirán una excepción las referencias, escasas, a actividades en apoyo al nacionalsocialismo y muy especialmente su Führer, de instituciones locales controladas por la colonia alemana, como el Colegio o el Cable", aseguró ayer. Su ponencia se ilustró con varios documentos que reflejan cómo se festejaban cumpleaños de Hitler por la colonia alemana y las juventudes hitlerianas.

"Un ciudadano vigués pensaría que el conflicto se inició con una provocadora agresión de Polonia a Alemania en septiembre de 1939 a causa de sus ansias territoriales en el oeste y terminó en Europa, en mayo de 1945, con la épica muerte de Hitler enfrentándose a la artillería soviética", relató el experto, que calificó los hechos narrados como "relato ilusorio" y también aclaró los porqués: "Las directrices de un Gobierno que trataba de pagar, con información viciada, la deuda de la ayuda recibida de Alemania e Italia durante la recién terminada Guerra Civil". Debemos recordar que la Agencia Transocean (1915), difusora alemana de noticias, gozaba en España de una posición privilegiada, fruto de acuerdos asumidos por el Gobierno de Franco.

"Las delirantes directrices que marcaban la línea a seguir por los medios de comunicación, reflejaban una guerra ficticia, virtual, puramente ilusoria, que poco tenía que ver con los verdaderos acontecimientos que tenían lugar en los diferentes frentes de combate", aseguró.

Se magnificaba las victorias del Eje y omitían los avances de los Aliados. Los casos más evidentes y flagrantes se dan en "El Pueblo Gallego", incautado en 1936 por las autoridades militares y aseguró que la información de Faro fue más moderada durante la contienda. "Mientras las masacres cometidas por los soviéticos eran reiteradamente trompeteadas (incluso en 1945 se llega a citar la brutalidad de las tropas japonesas en Filipinas), el mayor de los silencios se extendía sobre la monstruosidad de las acciones del Nuevo Orden nacionalsocialista".

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