José María Fraga Bermúdez, médico neonatólogo y codirector de la cátedra de Enfermedades Metabólicas Hereditarias adscrita al departamento de Pediatría de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), de la que es profesor emérito, afirma que ningún cigarrillo es inocuo y que fumar durante el embarazo puede comprometer el desarrollo de feto y su salud en el futuro, ya desde antes de nacer.

-Fumar durante el embarazo altera el ADN del feto, o sea, que lo marca para siempre.

-De alguna forma cuando tenemos un hijo lo marcamos de por vida, porque va a tener los genes de su padre y de su madre. Pero además de esas marcas podemos ayudar a que funcione la parte de los genes que va a ser más positiva y procurar que nuestras actitudes sociales y hábitos de vida no condicionen el desarrollo negativo de esos genes. Cada vez tenemos más evidencias científicas que demuestran que el desarrollo del feto es vulnerable a lo que está en el ambiente y a lo que consumimos, indudablemente a través de la madre, y el tabaco es una de las sustancias que más efectos negativos tiene para el desarrollo del recién nacido. El problema es que la sociedad y las personas que fuman, en este caso las mujeres embarazadas, tienen una baja percepción del riesgo porque el tabaco es algo social, algo que tenemos en la mano, que consumimos y que no produce un efecto que veamos inmediato en el individuo.

-¿Aún hoy?

-Es indudable porque si no fumaríamos menos, aunque también hay que decir que las medidas coercitivas que se han establecido han reducido el porcentaje de individuos que fuman. Pero esto no debe conllevar a una situación de conformidad, sino que está claro que se tiene que seguir en esta línea.

-Durante el embarazo entonces, nada de tabaco.

-Todos queremos tener un bebé sano, pero el que fuma tiene que tener claro que su recién nacido será menos sano que si no fumase. Y aquí también hay que tener en cuenta no solo los efectos de fumar durante el embarazo, sino también los del tabaco en las mujeres que viven en ambientes con humo, un aspecto que muchas veces olvidamos. Un estudio español demostró no hace mucho que ser fumadora pasiva durante el embarazo tenía también serias consecuencias para el feto.