Galicia alberga ocho tramos de ríos aún vírgenes de contaminación y acción humana. Suman una longitud de unos 81 kilómetros y se sitúan entre los principales 'tesoros fluviales' de España. Cinco de esas áreas están en la cuenca Miño-Sil y tres en la cantábrica y han sido blindadas recientemente por el Ministerio de Medio Ambiente con la protección de "reservas naturales fluviales". Son muestra de la riqueza del agua dulce gallega y también sinónimo diversidad, de bosques autóctonos y paisajes tan verdes como variopintos.
Los ríos Trancoso y Laboreiro, que forman frontera natural entre Galicia -en los concellos ourensanos de Padrenda y Entrimo- y Portugal -el municipio de Melgaço- gozan de un excelente estado de calidad ecológica y una buena conservación de sus riberas de ahí que hayan sido catalogadas como reservas naturales fluviales de carácter internacional. Dichos ríos cuentan con una privilegiada ubicación, en el Parque Natural de Baixa Limia-Serra do Xurés y el Parque Nacional portugués de Peneda-Gerês, que integran además de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Gerês - Xurés.
La cuenca del río Lor, afluente del Sil e inmersa en plenas forestas atlánticas de la sierra de O Courel cuenta con ejemplos significativos de saucedas cantábricas -formación exclusiva de la vertiente sur de la cordillera Cantábrica- y montes de abedules, que han sido reseñados en la memoria justificativa de la declaración. Los casi 20 kilómetros de tramos que incluye la protección abarcan afluentes como el Rego da Brancha y ríos Vilela y Pequeno.
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Lo mismo ocurre con el río Navea en su transcurso por Ourense y en los tramos del río Edreira y Casas y en unos veinte kilómetros de cauce de agua dulce que dibujan los ríos Ortigal, Murias y Moia.
Hasta ahora algunos de los cauces estaban englobados dentro de otras figuras de protección como Parques Naturales o espacios de la Red Natura 2000 de la UE, pero no contaban con una figura legal expresa que limite o impida su alteración por extracciones abusivas, invasiones del cauce, encauzamientos o vertidos. De ahí la importancia de esta protección, ratificada por el Consejo de Ministros a instancias del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente a finales de 2015. En diciembre se acordó la declaración de esas primeras 82 reservas naturales fluviales de España en el ámbito de diez demarcaciones hidrográficas en las que las competencias las ostenta el Estado. Ocupan en total una longitud total de 1.755 kilómetros, y ya estaban identificadas en los Planes Hidrológicos de cuenca vigentes.
Desde Ecologistas en Acción, Santiago Martín, su responsable del área de agua, considera la trascendencia que suponen estos caudales para la lucha contra el cambio climático: "Resultan esenciales para garantizar la preservación de los ríos de mayor valor natural de nuestro país en un escenario de cambio climático y reducción de los recursos hídricos".
ONG piden una "gestión más eficiente" del agua en el país con más embalses 'per cápita'
- A pesar de las cuantiosas y recientes lluvias, la reserva hidráulica se encontraba ayer al 67,7% de su capacidad total tras perder 106 hectómetros cúbicos de agua embalsada, según datos del Ministerio de Medio Ambiente. Esta semana la mayor variación se produjo en la cuenca Miño-Sil, que perdió 91 hectómetros cúbicos.El mismo día que se conocían estos datos, las principales organizaciones ecologistas se sumaban a la celebración del Día Mundial del Agua exigiendo mejores políticas de prevención, ahorro y optimización de los recursos hídricos para conseguir una gestión más eficiente del agua. "Si queremos agua en cantidad y calidad suficiente debemos cuidar nuestros ríos y acuíferos y racionalizar el consumo", recordó el portavoz de Greenpeace, Julio Barea, que insistió en que es preciso dedicar una parte del flujo hídrico que circula por los cauces "a caudales ecológicos, que permitan preservar los ecosistemas acuáticos de los que luego dependeremos" para el abastecimiento humano.Esta organización ecologista denuncia que la política de "oferta sin límites" ha llevado a España a "ser el país con más embalses 'per capita' del mundo, unos 1.300, pese a lo cual seguimos teniendo problemas de abastecimiento". Roberto González, de SEO/Birdlife señaló que a día de hoy, "se sigue retrasando la completa aplicación de la Directiva Marco del Agua, clave para una gestión acorde al siglo XXI".González es uno de los técnicos especializados en la campaña "Alas sobre agua" impulsada por esta ONG que, desde hace siete años, lucha por "devolver vida y agua a los castigados ecosistemas acuáticos españoles".También el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) se sumó ayer a las demandas, acusando al Gobierno de no tener "una hoja de ruta clara para revertir" una situación en la que "más del 60 % de los ríos, acuíferos y humedales están en mal estado" de acuerdo con el análisis de esta organización sobre los Planes Hidrológicos actuales. La responsable del Programa de Aguas y Agricultura de WWF España, Eva Hernández, indicó que "la planificación hidrológica no puede perpetuar el viejo modelo del agua, porque el abuso del recurso no solo tendrá consecuencias sobre nuestro patrimonio natural, sino también sobre el económico y social". Otras entidades aprovecharon la celebración festiva del día, como la Fundación Aquae que colgó vídeos de "youtubers" o sobre la presencia de agua en Marte.
