El misionero compostelano Manuel Carreira Sebio recibirá el próximo día 1 de abril la medalla de la Encomienda de Isabel la Católica, con la que el Ministerio de Asuntos Exteriores reconoce su dedicación a la docencia en Guinea Ecuatorial, país en el que lleva 33 años. El acto de entrega se celebrará en la ciudad ecuatoriana de Bata, donde reside el misionero gallego, con la presencia del embajador español en el país africano. En este mismo acto, otra gallega, la hermana Nieves Quiroga, de las Operarias Parroquiales, recibirá la distinción por su labor en el campo de la sanidad también en Guinea Ecuatorial.
"Entiendo que con este gesto se quiere reconocer los desvelos, las ilusiones y el trabajo por hacer de este un mundo mejor de un colectivo de personas. Como yo ha habido muchísimas personas que han hecho lo mismo, muchas incluso han fallecido por enfermedades de aquí. Digamos que no han tenido tanta como yo", asegura el religioso desde Guinea Ecuatorial.
Manuel Carreira (Santiago, 1940) pertenece a la orden religiosa de las Escuelas Cristianas de La Salle y es el único hermano gallego de esta congregación en Guinea Ecuatorial. Al país africano llegó en 1983 desde el colegio de La Salle en Santiago. "Cuando uno recibe del don de la llamada intenta ser consecuente con ella y, aunque mi presencia en Santiago, donde llevaba 13 años, era satisfactoria, no me llenaba del todo. Conociendo que había tanta necesidad aquí, en Guinea, no me encontraba a gusto allí", explica.
Así, solicitó el traslado a Bata, y cambió la comodidad de su tierra natal por un país que conoció absolutamente asolado. "Cuando llegamos Guinea era la nada de la nada. Tuvimos que apuntalar la Escuela de Magisterio, el instituto de enseñanza media Carlos Lwanga, donde trabajamos mucho por integrarnos con los docentes nativos... A mí me ha tocado hacer allí de todo, cosas que nunca habría hecho, como construir casas y pozos a proteger manantiales. Pero fue apasionante", recuerda Carreira, que fue profesor en ambos centros y que actualmente se dedica a la formación de catequistas en los poblados de la selva.
Ahora, el país vive una profunda crisis económica, que está desembocando en un aumento de la brecha social. "No sé hacia donde nos lleva la situación, pero no pinta bien", advierte. La sanidad y la educación son víctimas de la desidia, mientras aumentan los robos, añade. "Los dos campos más importantes: la sanidad y la educación se han descuidado. El maestro, por ejemplo, gana una miseria por lo que nadie quiere ser docente", se lamenta.
Aunque visita Galicia una vez al año, reconoce que a veces también le entra la morriña, aunque es un estado transitorio, matiza. "Todos tenemos nuestro corazoncito y de vez en cuando echas de menos un cocido gallego, pero eso es solo una anécdota, no es algo que te llene. Lo realmente importante es hacer lo que te sale del corazón y para mí es ayudar al que menos tiene e intentar formar a personas con otros valores, mejores personas", añade.
