Los principales monumentos del mundo se quedaron a oscuras ayer mientras que las luces de casas y bloques de hormigón también oscurecían, un silencio lumínico para manifestar el apoyo a la protección del medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático. En Vigo, la estatua de la plaza de España, las fachadas del antiguo rectorado y del ayuntamiento, la fuente y la pérgola de la calle Aragón, y el monumento de la Gran Vía apagaron sus luces de ocho y media a nueve y media, sumándose así un año más a "La hora del planeta", la mayor campaña de lucha contra el cambio climático del mundo, que organiza el Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).

Las plazas del Obradoiro, Praterías y Cervantes en Santiago; el concello de Ourense; la fachada de la Torre de Hércules y la plaza y el palacio de María Pita en A Coruña; la muralla romana y la catedral de Lugo; el paseo marítimo de Panxón en Nigrán; la catedral de Tui, y la plaza de la Estación de Monforte de Lemos fueron algunos de los enclaves gallegos que ayer homenajearon al planeta.

La edición de este año fue especial porque llega tras el acuerdo de París sobre cambio climático, adoptado por los principales líderes mundiales el pasado mes de diciembre, un logro histórico que ahora hay que cumplir, advierte WWF.

Desde la primera acción, el apagón de 2007 en Sydney, la iniciativa no ha dejado de crecer. Siempre se celebra a finales de marzo, por la cercanía del equinocio de primavera en el hemisferio norte y otoño en el sur, lo que asegura que a la hora designada sea de noche en todos los países.

En España, 16.000 personas, 392 ciudades, 132 empresas y 343 entidades, entre las que se encuentran los principales partidos políticos, se sumaron a "La hora del planeta", inscribiéndose en la página web de WWF, y anunciando que apagarían sus luces para reclamar un consumo energético sostenible.