La auxiliar de enfermería gallega Teresa Romero, que superó el ébola tras contagiarse cuidando a un misionero infectado, explicó ayer a la juez María Teresa Abad que no recibió formación específica alguna para tratar pacientes con esta enfermedad.

Romero testificó durante casi dos horas ante el juzgado número 21 de Plaza de Castilla en calidad de perjudicada en la investigación de la denuncia de quince médicos del Hospital Carlos III sobre el riesgo que hubo de contagio para los profesionales sanitarios.

"Cuesta creerlo, pero las cosas fueron así. La formación consistió en el día a día, charlas informativas... pero no hubo una formación específica", señaló la auxiliar a los medios de comunicación a las puertas de los juzgados.

Durante su declaración en el juzgado, Romero respondió a las preguntas de su abogado, del fiscal y de los demás letrados personados en la causa, que está en fase de instrucción.

Tras ello, explicó que ella no es nadie para decir si hubo delito contra la salud pública, sino que simplemente acudió al juzgado a explicar su experiencia y cómo vivió la situación en primera persona.

Antes de entrar a declarar, Romero confesó que revivir la experiencia que pasó significa "llorar continuamente". No obstante, manifestó que se encuentra "muy bien y muy recuperada" del virus que contrajo en septiembre de 2014, el primer contagio que se produjo en Europa.

La auxiliar se infectó mientras atendía al misionero y religioso español Manuel García Viejo, que había sido repatriado desde Sierra Leona y que murió el 25 de septiembre de ese año.

El abogado de Teresa Romero, el letrado José Luis Garzón, subrayó que, dada la "virulencia y mortalidad" del ébola, era imprescindible que se extremase la formación de los profesionales sanitarios para evitar cualquier incidencia.

La investigación fue abierta por la jueza tras la denuncia presentada por quince médicos intensivistas del Carlos III, una parte de los que la atendieron durante su internamiento, al considerar que "se incurrió en grave riesgo para los profesionales por parte de la administración sanitaria madrileña".

A esta denuncia se unieron los sindicatos AFEM, SAE, CSIF y el Consejo de Enfermería.

El abogado de AFEM Miguel Ángel Muga, personado en la causa, manifestó ayer en el juzgado que Teresa Romero solamente recibió un taller de una hora sobre el ébola que no era práctico.

Teresa Romero se incorporará hoy a su puesto como auxiliar de enfermería en el Hospital Carlos III-La Paz tras diecisiete meses de baja desde que se contagió del virus. Fuentes cercanas a la familia señalaron que la incorporación tendrá lugar después de que su médico de cabecera le haya dado el alta al estar en condiciones para volver a su puesto.