La auxiliar de enfermería Teresa Romero, la primera contagiada con el virus del ébola en España, ha regresado estos días a la localidad lucense de Becerreá, donde ha manifestado que se encuentra "bien" más de un año después de sufrir la enfermedad y ha reiterado su deseo de contactar con la misionera Paciencia Melgar, cuyo suero le fue administrado durante su tratamiento. Aunque las últimas investigaciones apuntan a que el suero de Melgar no influyó significativamente en su recuperación, Romero recordó que la misionera lo donó "generosamente" en principio para Manuel García, aunque "no llegó a tiempo" y le fue administrado a ella.